Es casi ceremonioso el hecho de que cada año, Pixar (de los últimos reductos de originalidad que queda en el Hollywood más… blockbuster) estrene una de sus maravillas. Este año, y con lo que ha sucedido, su dueña decidió pasar de posponerla y lanzarse a estrenarla en su propia plataforma, un modelo que ya ha utilizado en otra ocasión y que, desgraciadamente, será cierta tónica en los próximos años (a tenor de lo que hará Warner con HBO Max).
Partamos de la base de que Soul no es quizá una cinta enfocada a un público demasiado infantil. No estamos ante un producto del estilo a la saga Toy Story o Monstruos S.A. Con los años, Pixar ha sabido combinar en ocasiones a la perfección, componentes de un cine de animación más infantil con un cine para un público de más edad. Soul viene a encuadrarse en el grupo de títulos como Del revés (Inside Out) (Pete Docter y Ronny del Carmen, 2015) o incluso Onward (Dan Scanlon, 2020), en donde la “parte más seria” contrarrestaba a la comedia más pueril. Como en aquellas ocasiones, el resultado es de lo más estimulante.
La historia de Soul se centra en Joe (con la voz de Jamie Foxx en su versión original), un profesor de música cuyo sueño siempre ha sido el de ser músico de jazz y tocar con los más grandes. Sin embargo, un día se ve transportado al “más allá”, en donde deberá ayudar a un alma (con la voz, también en su versión original, de la siempre hilarante Tina Fey) a encontrar, por decirlo así, una razón para vivir.
Como parte de este viaje, el propio Docter ya nos regaló un anticipo con la maravillosa Del revés (Inside Out) (2015), en donde hacía un análisis de las emociones humanas en base a unos personajes absolutamente carismáticos. Previamente había dirigido una (sino la mejor) película de Pixar, Up (2009). Aquí, al ser quizá una historia algo más íntima y, en cierto modo, algo más personal, nos centramos principalmente en dos, los dos protagonistas. Una historia sobre la toma de decisiones, sobre los “¿y si?”, pero sobre todo es una positiva historia sobre la vida, y sobre lo que nos mueve a todos, la pasión y los sueños.
Escrita junto a Kemp Powers, guionista de la serie Star Trek: Discovery, Soul toca muchos palos, combina maravillosamente los puntos cómicos con el drama, una película tan mágica que rebosa emociones casi en todo su metraje. Una lección sobre cómo luchar por nuestros sueños, que al fin y al cabo son los que nos motivan día a día. Sin ellos, ¿para que estamos aquí?
Y es que Soul es una película un tanto filosófica, que indaga en la propia esencia del ser humano, es una oda a nuestra propia existencia y a la vida. Una vez más, Pixar sabe qué cuerdas tocar (nunca mejor dicho en esta ocasión) y nos regala algunos momentos mágicos.
Una buena guinda para ese nefasto año (en todos los aspectos) que pone un pequeño rayo de esperanza sobre todos nosotros, sobre la idea de que hay que vivir persiguiendo los sueños, aunque los demás nos digan lo contrario, con ese mensaje positivo y tan cercano al ideal humano.
Sobre la parte técnica, poco hay que decir, Pixar alcanza con cada película, un nuevo punto, un nuevo “top”, y Soul no escapa de ello, con su animación y su estilo, definiendo muy bien los dos mundos, el real y el de las almas.
Cada año Pixar suele estrenar un título, pero las condiciones en cuanto a estrenos de este 2020 pospusieron en varias ocasiones su fecha de estreno, hasta que al final Disney decidió estrenarla el mismo día de Navidad en su propia plataforma. En esta ocasión no era necesario un pago «premium» como sucedió con Mulán (Nicki Caro, 2020). ¿No fue quizá una decisión acertada por aquel entonces?
A pesar de las pocas energías que la compañía utiliza para editar en formato físico, se puede disfrutar en bluray y en DVD, no así en UHD ya que es bien sabido la negativa de Disney de apostar por este formato en España, mientras que en el resto del mundo si parecen tener derecho a disfrutar de él. También puede verse, como no, en su plataforma.
