William Brent Bell retoma la dirección en cine con un thriller bastante ligero, The Boy (2016), una película con el objetivo bastante claro, y que bien podría haberse convertido en un nuevo ejemplo de un subgénero que ya casi ha quedado relegado a producciones de bajo presupuesto, a pesar de sus intentos por hacerse en hueco en salas comerciales, como sucedió hace unos años con Annabelle (John R. Leonetti, 2014), aquel “spin-off” de Expediente Warren (James Wan, 2013), también con un muñeco como eje de la historia.
La premisa de The Boy resulta interesante, una pequeña vuelta de tuerca a un subgénero bastante explotado y que, a día de hoy, apenas aporta novedades, salvo algún susto o efecto. Una lástima que lo que empieza muy correcto termine cayendo en tópicos y en un desenlace muy, muy flojo.
The Boy plantea personajes que, dentro de sus limitaciones, están desarrollados, con cierta profundidad, y la película va creando atmósfera en cada minuto. Hasta aquí, son exigencias mínimas que se le piden a una cinta de estas características.
Con un reparto solvente, encabezado por Lauren Cohan, conocida por su participación en la serie The Walking Dead, es quizá el rostro más agradable de todos los que campean por la película. Y es que The Boy se centra prácticamente en ella, en su evolución. Es un personaje bien trazado, con reacciones bastante creíbles, pero también muy estereotipado.
Posiblemente el principal escollo a salvar para cintas de este tipo sea la ingente cantidad de propuestas que hemos visto a lo largo de los años. El espectador está casi “curado de espanto” (si se permite esta expresión que viene como anillo al dedo) y pocas cosas les sorprenden. Aún así, creo que habría que darle una oportunidad a The Boy, solamente por su desarrollo, eso sí, quitaría el desenlace.
El resto del reparto está correcto, sin muchas pretensiones. Algunos personajes (como por ejemplo el novio de la protagonista), parecen estar metidos un poco con calzador, y da la sensación de que sirven de excusa para que alguna escena o secuencia, termine de funcionar, sobre todo en el tramo final.
The Boy resulta una propuesta entretenida, con buena base, un guión limitado pero efectivo, y un reparto (casi que sólo Lauren Cohan) solvente para las exigencias que tiene este tipo de productos. El director no ha querido arriesgarse y finalmente su película queda en un mero entretenimiento. Quizá con otro final con una apuesta más interesante, habría sido un buen broche final.
Podemos decir que The Boy prácticamente no ha conocido el circuito de salas comerciales en España. Su estreno ha sido bastante discreto, tan solo algunas salas en versión original de Barcelona han podido proyectarla. Las razones sobre su desaparición en las carteleras quizá se deba a que no cuenta con un reparto de estrellas y que su director (que sí estrenó anteriores trabajos) no ha destacado precisamente por hacer mucha taquilla.
Para ver The Boy tenemos dos alternativas. Por un lado a través de plataformas de alquiler digital o esperarnos al próximo mes de Junio, que TriPictures la editará en el mercado doméstico, por el momento sólo en DVD. Si somos impacientes, podemos recurrir a comprarla fuera de nuestras fronteras, aunque las opciones se reducen a audios en inglés y subtítulos en castellano.