Han pasado nueve años desde que se estrenó Del revés (Inside Out) (Pete Docter y Ronnie Del Carmen, 2015), una de las últimas producciones de Pixar que realmente mantiene esa esencia, esa maravilla y que aún hoy en día sigue siendo capaz de remover por dentro tanto sonrisas como alguna lágrima.
Qué se estrene una secuela de Pixar, no suele ser buena noticia y en este caso, aunque parece una excepción, también tiene sus pequeñas taras. Ya sabemos que Disney para estirar el chicle es única, puede sacar oro de donde sea, y aquí, a pesar de repetir fórmulas y elementos, también hay que reconocerla su capacidad de reinvención.
Si la primera cinta se centraba sobre todo en la construcción mental básica del personaje de Riley con base en las emociones más comprensibles tanto por el público infantil como adulto, aquí Disney se ha liado la manta a la cabeza y actualiza la historia con muy buenos detalles. No hay mucho que temer en este sentido, ya sabemos que este tipo de producciones suelen tropezar en intentar contextualizar muchas cosas, bien con ánimo de acaparar todos los espectros sociales, o bien por ¿contentar? a todos. Que no salten las alarmas, la actualización (o Del revés 2.0) de la historia, no ha quedado mal.
De aquella primera fase, ahora entramos en terrenos algo más complejos de entender pero que con la sencillez que caracteriza a esta gente, no hay problema alguno en seguir. Y es que a pesar de que sigue teniendo esos elementos que la caracterizan (sabe muy bien jugar con ellos para tocarnos la fibra), la introducción de nuevas emociones, a saber: vergüenza, aburrimiento, envidia y ansiedad, la sientan de maravilla a una película en donde se habla de esa etapa de construcción interior en donde nos forjamos según nuestras acciones, donde forjamos el tipo de persona que somos.
Y con una sencilla explicación, la historia está servida. Toda ella se centra sobre todo en la ansiedad (sí, ese mal universal que, aunque lleva años sobre el planeta, parece que últimamente en el causante de todo), un verdadero torbellino emocional que va desde el miedo hasta el temor y pasando por la inquietud. Y es que si, no para quieta, nos hace hacer daño a quienes queremos, cosas que nunca haríamos y sobre todo nos hace sufrir mucho. Muchas de estas consecuencias a veces, son resultado de una necesidad imperiosa o bien de conseguir un objetivo a toda costa, o bien de una serie de situaciones que nos llevan al límite, un verdadero torbellino emocional.
Del revés 2 (Inside Out 2) propone como villana a esta emoción, y lo hace muy bien. Es una de las principales virtudes que tiene la película, su claridad para exponer/explicar todo con diversas metáforas y detalles, con ejemplos tan sencillos que son muy fáciles de comprender.
La película, a pesar de tener una historia que guarda ciertas similitudes con su primera parte, mantiene bastante bien el nivel drama-comedia, con momentos puntuales muy bonitos, dosis de comedia muy bien administradas y sobre todo unos personajes realmente memorables, que representan muy bien lo que son y qué significan.
Eso sí, esto podría alargarse hasta donde queramos. Las etapas vitales del ser humano son unas cuantas. Aunque las reduzcamos a unas pocas, podrían sacar secuelas con cada cambio emocional del personaje. Ojo con esto, porque aunque esta secuela ha sabido sortear con estilo lo fácil, no siempre el camino es de rosas.
