Chris McKay, director de Batman: La LEGO película (2017) y algunos cuantos cortometrajes de animación o episodios de series también de animación. Aquí se enfrenta a su primera película en solitario, y lo hace de la mano de la producción del mismísimo David S. Goyer, responsable de gran parte del éxito de las cintas de DC Universe.
La película surge de la mente de Zach Dean, autor de los guiones de La huida (Deadfall) (Stefan Ruzowitzky, 2012) y 24 horas para vivir (Brian Smrz, 2017). Dean ha tomado inspiraciones en títulos de ciencia ficción, pero confecciona una historia sólida que, sin tener un guión redondo, responde con creces a un producto entretenido, con una estructura básica (quizá demasiado simple) pero resolutiva cuando tiene que serlo.
La guerra del mañana no es un prodigio, pero tampoco parece que sean esas sus aspiraciones. Si su principal propósito es el de entretener, la película lo consigue.
Dentro de su historia, que se podría desarrollar entre 2 o 3 pequeñas líneas argumentales que salen de la principal, encontramos además temas como la familia, las relaciones entre padres e hijos/hijas, e incluso se permite tocar temas como el ecologismo o la gestión por parte de los Gobiernos. Este último realmente lo toca de refilón, puesto que la cinta no se quiere meter en terrenos más allá de lo meramente ‘entertainment’, lo cual se agradece. Para darle a la cabeza ya habrá tiempo.
El trío principal de protagonistas lo lleva Chris Pratt, Yvonne Strahovski (vista en la serie El cuento de la criada) y J.K. Simmons. Entre los tres tejen una trama que va de padres hasta hijos, estableciendo en la historia la idea de que el acontecimiento, toca a todas las generaciones, no sólo a las del futuro.
McKay dirige con solvencia una cinta con buena factura. Todo hay que decirlo, a nivel técnico la película bien podría haber competido en taquilla con grandes ‘blockbusters’, pues sus efectos especiales están muy bien logrados (detrás están Weta Studios o ILM), y las escenas de acción bastante bien rodadas. Aunque en sus créditos esté amazon, el empaque de la película viene avalado por Paramount y Skydance, por lo que, si pensamos que es una producción pobre, nos llevaremos una más que grata sorpresa.
Cinta entretenida, con una historia que, quizá algo estirada con un final doble, podría haberse recortado en unos pocos minutos, pero en su conjunto nos deja un buen poso. Intentar compararla con otros títulos que tengan elementos similares, tales como Al filo del mañana (Doug Liman, 2014) o Starship Troopers (Las brigadas del espacio) (Paul Verhoeven, 1997) resultará un poco fútil, ya que aquí se le ha dado más empaque (aunque no lo han logrado mucho) a las relaciones familiares que otros elementos.
La película es otro de los títulos que Paramount tenía pensado estrenar en cines, pero por la pandemia prefirió aceptar la oferta de amazon y vender sus derechos por unos 200 millones de dólares.
Es un estreno exclusivo de Amazon, por lo que sólo podemos verla si tenemos su plataforma ‘prime video’.
