Minari. Historia de mi familia

Minari. Historia de mi familia

Minari | 2020
30 de marzo de 2021
Jacob, Monica, David y Anne son una familia de inmigrantes coreanos que deciden mudarse de California a una pequeña zona de Arkansas. La idea de Jacob es montar una granja, cultivar productos coreanos y venderlos a pequeños comercios. Pero el día a día no resultará como él esperaba.

Prácticamente desconocido en España, el director Lee Isaac Chung (de padres coreanos pero nacido en “los states”) parece que se da a conocer al gran público con este drama familiar en el que se mezclan varias tramas, pero todas con un denominador común, y es que para superar cualquier objetivo o para alcanzar cualquier sueño, que mejor que contar siempre con la familia a tu lado.

El núcleo familiar, las relaciones entre marido y mujer y cómo consiguen superar los retos en la vida como uno solo, es un tema ya tratado en el cine. El maravilloso Peter Weir lo trató con la adaptación de la novela de Paul Theroux La costa de los mosquitos, aunque en aquella ocasión se observaba mucha importancia a la obsesión del personaje del padre (un magnífico Harrison Ford) por alejarse del modelo social que se había impuesto en la sociedad norteamericana, y apostar por una especie de “economía sostenible”, de un enseñar a pescar en vez de dar el pescado…

Alan Kim y Steven Yeun.

Minari. Historia de mi familia es bastante menos… radical en este aspecto y aunque la historia es, en cierto modo, algo parecida, llama más la atención su punto de vista y sobre todo la forma en la que se narra. El director se enfrenta a varias tramas con solidez, con emoción y sobre todo con un buen gusto a la hora de colocar la cámara y de retratarnos momentos. La película se desarrolla en la era Reagan, en donde se apostaba por un comercio más aperturista. Interesante esa visión de la “américa profunda” a través del personaje de Will Patton o el amigo del niño protagonista. Una América tolerante, abierta.

La historia principal nos deja a un personaje (muy bien interpretado por Steven Yeun) luchador, que poco a poco se da cuenta de que va dejando de lado a su familia, a su mujer, a sus hijos… por centrarse en lo que él quiere, en sus objetivos. La película lo cuenta de una forma muy pausada, sin llegar a ser aburrida, y casi siempre de un modo directo. No hay demasiada “morralla” en la película y todas las tramas están bien cerradas (la trama de la enfermedad del niño, la abuela, de cómo se va deteriorando la relación entre marido y mujer…). Todas ellas tratadas con una sensibilidad y delicadeza, con cotidianidad… sublimes.

Al ser una película más de personajes que otra cosa, todos están maravillosamente bien, muy bien cuidados y bien interpretados. Mención especial para dos de ellos, el pequeño David y la figura de la abuela. Son personajes con los que se empatiza rápidamente.

La película tiene un buen puñado de detalles, avanza casi sola y suceden muchas cosas, algunas de ellas sin que nos demos especial cuenta, pero que al final suman. Una cinta deliciosa y muy bien contada, con la sensibilidad de alguien que sabe perfectamente lo que significa el haber sido niño y de cómo sus padres superaron cualquier cosa para darle un futuro mejor, o como dice Yeun en la película, que sus hijos le vean triunfar en algo por una vez (una frase que define perfectamente la obsesión del personaje).

Drama familiar sobre la superación y el ansiado sueño americano.
9

+Info
Dirección
Lee Isaac Chung
Guion
Lee Isaac Chung
Dirección de fotografía
Lachlan Milne
Música
Emile Mosseri
Montaje
Harry Yoon
Formato
2.39:1
Nacionalidad
USA
Duración
120 minutos
Distribución
A Contracorriente Films
En la red

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