Segundo trabajo del realizador norteamericano Jordan Peele tras las exitora Déjame salir (2017) que lo descubrió para gran parte del público.
El planteamiento que Peele hace con Nosotros (2019) es, sin duda, bastante interesante. Explorar la propia personalidad de una familia a través del enfrentamiento contra sus contrarios (a modo de ‘doppelnganger’) es, cuanto menos, una propuesta que genera bastante interés.
Y Peele lo hace con bastantes cosas que merecen la pena, a pesar de que el desarrollo de la película resulte un tanto desigual. No hay duda de que ya con su anterior trabajo, el director sabe crear muy bien las atmósferas. La película, en su conjunto, se desenvuelve en un ambiente opresivo, de casi constante amenaza y sobre todo de un absoluto desconocimiento sobre lo que va a suceder a continuación. Es una de esas películas que, como se suele decir, cuanto menos sepas, mejor. Hasta aquí, Peele repite con bastante buena maña, lo que ya hizo con Déjame salir.
Igualmente, cuenta con un reparto muy solvente, tanto por los rostros conocidos (Lupita Nyong’o, Elisabeth Moss o Winston Duke) como por los que no nos suenan demasiado. Buenas interpretaciones que, de alguna forma, ayudan a que todo el conjunto de la película resulte apetecible seguir.
Pero quizá el problema de Nosotros radica en su guion. Como hemos comentado, la premisa es de lo más estimulante, pero cuando empieza a desarrollar ciertos puntos, la cosa empieza a hacer aguas y no termina de ser lo redonda que podría ser. Demasiadas preguntas sin respuesta, algunas situaciones (en cuanto a personajes) un tanto incoherentes… No tiene un guion redondo.
A pesar de este defecto, sí que le viene bien algunos puntos de humor que tiene la película en cuanto a diálogos o también alguna escena que podría resultar un poco hilarante. Son dos contrapuntos con el guion que hacen que todo se pase algo mejor, pero la verdad es que la película tiene unas cuantas lagunas.
A pesar de todo, merece bastante la pena también por la buena puesta en escena que plantea Peel (ya lo hizo en su primer trabajo), poniendo y sacando elementos del plano para generar tensión (aunque hay alguna que otra parte previsible)… es una película bastante disfrutable en una primera vez y sobre todo llama poderosamente la atención, esa sensación de desasosiego prácticamente constante. Lo más flojo, quizá su tramo final.
