Florian Henckel sin duda ha tenido la enorme suerte de poder contar con una pareja de excepción para su debut en el cine norteamericano. The Tourist, a pesar de no partir de una historia original (no olvidemos que se trata de una nueva versión de la cinta francesa El secreto de Anthony Zimmer (Jérôme Salle, 2005)) no deja tampoco muchos cabos sueltos y podría funcionar perfectamente como una cinta aislada y nueva. Pero a Henckel le ha sucedido lo mismo que a su compatriota Olivier Hirschbiegel (a éste con Invasión (2007)), el cine europeo no se rige por las mismas normas que el americano.
No hay duda de que The Tourist es un mero escaparate tanto para sus protagonistas como para la ciudad de Venecia (espléndida desde cualquier ángulo o plano desde donde se la saque aquí). Pero se intenta que todo vaya más allá de un mero espectáculo visual (que es bonito, sí, pero se le pide algo más). En base a un guión cuyo principal artificio es la de engañar hasta al mismísimo público, The Tourist no llega a cuajar como producto de intriga, desvelándose hasta incluso algo densa y pesada, sobre todo tras pasar su primera media hora, en donde se puede atisbar un interesante producto.
Partimos de que la química entre la pareja protagonista no es precisamente su punto fuerte, algo imperdonable para la historia. Ni siquiera en sus minutos finales se arregla tal desaguisado. Resulta ciertamente decepcionante dado el buen ritmo que se le impronta a la cinta en sus primeros minutos. Así hace pensar que The Tourist nos va a sumergir en un buen thriller, en una cinta donde los giros se suceden, donde hay personajes en los que no debes confiar… todos los elementos de un juego manido, eso sí, pero efectivo y que hacen partícipe al público de la situación en todo momento. Con todo y con eso, la película de vez en cuando parece perderse en si misma, deambulando a veces en puntos cómicos que despistan al espectador (¿a propósito, Florian?).
Ni siquiera la incursión de secundarios más o menos eficientes, como puede ser Paul Bettany o Rufus Sewell hacen interesante esta propuesta a la que, auguramos una suculenta taquilla en este primer fin de semana del nuevo 2011. Así las cosas, el ejercicio de Florian Henckel adolece de falta de ritmo, por momento la película parece no avanzar ni siquiera a tirones, le cuesta hacerse un hueco dentro de la historia y además los actores no están tampoco muy por la labor de colaborar a levantar todo el espectáculo. Depp, comedido en histrionismo, es efectivo, sí y su papel tampoco es que de para más. La Jolie simplemente muestra su presencia en pantalla y eso para muchos ya parece suficiente, pero lo cierto es que dentro de un ejercicio interpretativo no creo que superarse un seis.
Cinta un poco vacía, para ser sinceros. Bien que la trama está planteada con coherencia e interés, pero su director no ha sabido adaptarse a unos cánones quizá más “hollywoodienses”. Ya no me refiero a más acción sino a más interacción, más ritmo, en este tipo de producciones creo que es preciso mantener al espectador más atento. Y por supuesto le restaría su parte más “cómica” si es que podemos llamarla así. No termina de encajar con lo que se nos quiere contar. Confieso que The Tourist es una película un tanto olvidable y algo decepcionante. Uno espera algo más de ella.
Mención especial merece el resto de la producción. Y es que a nivel técnico, The Tourist destila elegancia, glamour y buen gusto. En este aspecto su realizador no parece haber escatimado en gastos. Lástima que el envoltorio no coincida con lo que parecía anunciar. Buena música, buenos escenarios, buena dirección de producción, buena fotografía… el resto quizá es una pequeña mancha negra dentro de un precioso folio en blanco.