Que el final de la anterior trilogía sobre el hombre araña no fuera del gusto de todos, para muchos no nos parece justificación para volver a contar lo mismo… otra vez. Y es Sony ha seguido recomendaciones (u obligaciones) de MARVEL y estrena un nuevo título protagonizado por un personaje ya mítico no sólo en la cultura adolescente, sino en la cultura norteamericana.
Marc Webb demostró con 500 días juntos (2009) que una buena historia no es únicamente poner a un actor delante de una cámara, sino decirle cómo hacerlo y que sepa transmitir. Desgraciadamente Sam Raimi era todo lo contrario, podría adornar escenas de la forma más sorprendente, pero su error al dirigir a los actores lastraba (y lastra) mucho sus filmes.
Es quizá esta razón la que ha llevado a MARVEL a replantearse no sólo este personaje, sino unos cuantos más (Daredevil, Los 4 fantásticos…) viendo que producciones más actuales están adquiriendo una calidad que, según ellos, consideran superior a películas de hace cinco años o poco más. Spider-Man 3 (Sam Raimi, 2007) se despidió bien y mal. Bien por la historia, pero mal por su forma. Es por eso que, a pesar de lo que muchos defienden, algunos pensamos que The Amazing Spider-Man es una cinta prescindible (incluso comparte momentos con la trilogía de Raimi).
Webb aporta mucho más que Raimi, está claro, tampoco era necesario un director más artesano, pero contar lo mismo otra vez (y van 3 si tenemos en cuenta la serie de los setenta) resulta cuanto menos sospechoso, teniendo en cuenta que parece que las cintas de superhéroes son las únicas que hacen taquilla últimamente.
The Amazing Spider-Man es quizá el Spider-Man que tendría que haber sido en el 2002. Que Andrew Garfield parece más entregado que Maguire, está claro; que entre él y la joven Stone no hay, digamos, toda la química que debiera, también está bastante claro (ahí ganan Dunst y Maguire, lo sentimos), y que el villano es más “light” que el queso de burgos (esto ya viene arrastrado de las anteriores)… pues también es verdad. Y es que si quitamos el esqueleto de personajes, la película no pasaría por ser un enorme éxito, sinceramente. Y es que no es necesario tomarse en serio la historia de un superhéroe, ahí tenemos a la maravillosa Spider-Man 2 (San Raimi, 2004), listón que, para muchos y de momento, no se ha superado en cuanto a este personaje se refiere.
Pero aún así, su espléndido desarrollo, y su buen tempo la convierten en una más que digna sucesora de la saga, e iniciadora de una nueva. Quizá con más mala leche, con un Parker/Spider-Man más maduro (ya sabemos todos el resto) y con un villano que realmente sepa qué es lo que quiere, The Amazing Spider-Man podría ser la cinta sobre el hombre araña definitiva. Mientras tanto tendremos que conformarnos con un lavado de cara de la trilogía anterior, al menos, es lo que a muchos nos ha quedado.