Barbarian (Zach Cregger, 2022) es la nueva producción distribuida directamente en plataforma de Disney. Muy propicia para las fechas que acabamos de pasar, la cinta de terror tampoco se molesta en aportar mucho, aunque su estructura quizá sea lo más llamativo. Sin llegar a resultar totalmente estimulante, sí que es un producto al menos solvente.
Barbarian está dirigida por Zach Cregger, actor, productor y guionista, que en un ejercicio de “Juan Palomo” se encarga aquí del guion de la cinta. Las aspiraciones de la película tampoco son realmente notables, es más un producto ramplón y solvente, que una cinta que trata de reinventar el género. Es más, podríamos estar ante una película que, de alguna forma, rinde cierto homenaje al cine de terror de hace años, con una historia no demasiado original, pero que al menos cumple su función.
Dentro de su narrativa, la cinta da un giro que, quizá, sea lo más destacable de ella. Su historia se permite desdoblarse para contarnos otra nueva, sin abandonar, de alguna forma, la principal. Esto lo consigue sacando otra trama nueva que enlaza con la que hemos visto al principio, casi como si fuera un prólogo.
Juega con varios lugares comunes, sin importarle siquiera que sean eso… comunes y bastante conocidos, porque no es su intención resultar nueva. Es una cinta de terror, suspense con algunos pequeños toques que llaman la atención, pero poco más. Su desarrollo da la sensación de que pretende ser algo más que una simple cinta, pero se queda en eso en una pretensión. Se agradece que, en ciertos momentos, uno parezca olvidarse del tipo de película que está viendo.
Al menos cuenta con un trio protagonista muy solvente, hasta conocido, que le aporta un gancho a la película, aunque no es algo por lo que uno se decante a verla.
El género de terror, aunque parece que desde hace unos años ha levantado cabeza, siempre necesita de nuevos nombres, de nuevas ideas, de aportar cosas… Barbarian no es precisamente una cinta que nos vaya a descubrir la rueda, podrá entretenernos durante un buen rato, pero poco más. Trata de cumplir, lo hace y es lo que debemos ver.
Resulta curioso que esta cinta, con un presupuesto muy escaso (poco más de 4 millones de dólares) y que tras su paso por las salas en los Estados Unidos ha sido más que rentable (superando los 17 millones), no se haya proyectado en salas comerciales en España. Ni siquiera el hecho de tener rostros conocidos ha supuesto un aliciente para que la propia Disney se plantease estrenarla en cines.
Es un estreno exclusivo de Disney, por lo que sólo se puede ver a través de su plataforma Disney+.