La carrera del director catalán Patxi Amezcua, no es precisamente extensa. Quizá su labor como guionista haya sido más reconocida. Con Séptimo (2013), su segunda película como director, ha tratado de elaborar un thriller intenso alrededor de un hombre acuciado por numerosas situaciones críticas a la vez.
Vaya por delante que Amezcua ha contado con una buena pareja protagonista. Ya no sólo la notable interpretación de Ricardo Darín, sino la siempre natural (quizá aquí no tanto) Belén Rueda. En Séptimo podemos decir que hay química entre los dos personajes, pero la cosa no pasa mucho más allá, y la mayor parte del metraje, asistimos a pocos “duelos” interpretativos. En este aspecto, Séptimo es una cinta bastante plana y quizá algo sosa.
Amezcua plantea en el principio, una buena historia, logra crear interés. En los primeros treinta minutos, el espectador se hace preguntas, elabora conjeturas, se siente involucrado en la historia. Todo ello muy bien apoyado ya no sólo por la interpretación de Darín, sino por la estupenda atmósfera creada (la buena fotografía de Lucio Bonelli, toda una institución en el cine argentino). El arranque de Séptimo, quizá sea su mejor baza.
Pero una vez empieza a avanzar, el guión parece deambular entre varias cosas. Deja demasiado a la vista, la intención de crear más intriga, sin apenas sorpresas o sobresaltos. Ni siquiera las pistas falsas que nos deja resultan efectivas en su propósito. No es precisamente un buen texto, en este aspecto, y más si estamos hablando de un thriller.
La historia se desarrolla con fluidez, sin llegar a crear momentos aburridos o lentos. Tiene sus pequeñas escenas para desarrollo de personajes, pero no llega a emocionarnos en exceso. Séptimo tiene además la pega de que, muy probablemente, alguno pueda dilucidar el final, que, por parte del que escribe estas líneas, resulta bastante flojo en comparación con lo que se nos ha contado. Coherente, pero flojo.
Las interpretaciones del reparto son más que aceptables, el guión no termina de resultar acertado, proponiendo algunas pistas para el espectador, pero apenas crea verdadera intriga (por favor, se habla de la desaparición de niños)… Una cinta sencilla, pero a la que quizá muchos la pedíamos algo más.