En 1982, el escritor norteamericano Tom Clancy publica la primera novela en la que aparece el personaje de Jack Ryan, un agente de la CIA experto en muchas cosas, básicamente, aunque sobre todo la historia es su principal fuerte. Aquella novela, titulada La caza del Octubre Rojo, sería llevada al cine ocho años después por John McTiernan, con Alec Baldwin como rostro del agente de la CIA. Pero antes de todo eso, hubo una historia, y es lo que pretende contar Jack Ryan: Operación Sombra, infame traducción del título original.
La saga de películas de Jack Ryan es, cuanto menos, curiosa. Una de sus principales características y algo que la diferencia de otras, es su proceso, absolutamente a la inversa, es decir, según avanza la saga, se nos va contando el principio de su protagonista. Kenneth Branagh, casi devuelto a la dirección con Thor (2011), se ha encargado correctamente, de continuar la labor de Philip Noyce (el único que ha repetido) y Phil Alden Robinson. El resultado es prácticamente idéntico, una cinta que mezcla acción e intriga en dosis justas para no aburrir al personal.
Pero si tuviéramos que buscarle alguna pega a Jack Ryan: Operación Sombra, sería quizá su ritmo, algo lento en sus primeros minutos. Y es que a la película le cuesta arrancarse y ponerse al día con lo que tiene que contar. Aparte queda que su guión, quizá no es nada sorprendente, no en vano está David Koepp en él, creo que poco más hay que añadir sobre ésto.
Si Alec Baldwin inauguraba la saga, aquí es Chris Pine quien se pone en la piel del agente de la CIA. Su correcto trabajo, le exige más una presencia física que otra cosa. Las historias de Jack Ryan no se han caracterizado principalmente por sus elaborados guiones. La historia, aquí, se entiende perfectamente y no hay demasiadas fisuras, salvo las comunes en este tipo de producciones de acción.
El elenco de secundarios, entre los que se encuentra igualmente Branagh (un descafeinadísimo villano), apoyan correctamente la labor de Pine, mencionando especialmente a Kevin Costner, cuya trayectoria en el cine, ya había tocado papeles dentro del thriller por lo que sabe muy bien cómo desenvolverse en pantalla.
Jack Ryan: Operación Sombra es una cinta entretenida, no tiene mucho más que contar y salvo su lento arranque no parece querer darle al personaje nada nuevo. La saga está bastante estancada y ésto es algo que quizá deberían mirar para próximas cintas. Un personaje al que le hace falta reinventarse, que sea más agente y menos persona de acción.