Salidos del mundo de los efectos especiales, los hermanos Colin y Greg Strause se embarcan en su primera película tras una trayectoria bastante amplia dentro de equipos técnicos, cortometrajes y vídeos musicales. La Fox queda muy contenta con sus aportaciones en títulos como Titanic (James Cameron, 1997) o Expediente X: Enfréntate al futuro (Rob Bowman, 1998) y deciden contar con ellos por el hecho de que la historia necesitaba un buen enfoque visual. Pensada en un primer momento para ser rodada en 3D, al final se desecha la idea por su coste y poca espectacularidad dada la oscuridad de la fotografía que tiene toda la cinta.
Si en Alien vs. Predator (Paul W.S. Anderson, 2004) nos encontrábamos con una propuesta muy estándar, llena de personajes casi anecdóticos en donde no importaba nada salvo la lucha entre los dos extraterrestres, aquí no vamos a encontrarnos algo demasiado diferente, pues está claro que en este tipo de ‘crossover’ lo que cuenta es eso, el resto de personajes son meros espectadores.
Muchos problemas que tenía la cinta de Anderson, entre ellos su ritmo, sí que es verdad que se solucionan aquí con bastante más acción (tampoco mucha mas), y con un arranque de la historia mucho más ágil. Pero seguimos teniendo personajes un tanto planos, porque realmente no son necesarios para la historia.
Como es normal, el aspecto visual es el más cuidado con espectaculares escenas de acción, pero que en ningún momento nos dejan ver que estamos ante una cinta de mucho presupuesto. Alien vs. Predator 2 no es una grandísima y cara película, pero si su cometido es entretener sin más, lo consigue bastante más que la primera.
Cuenta con un guión de Shane Salerno, guionista de Armageddon (Michael Bay, 1998) y con una cartera de proyectos futuros que lo unen hasta James Cameron y su cuarta entrega de Avatar. Salerno construye una historia bien trazada, con personajes poco profundos (no es necesario más) y con altas dosis de acción y violencia, dos elementos que son fundamentales.
No va a mejorar mucho lo que ya hay, pero si que supone cierto desquite para los que no quedaron conformes con la película de Anderson. Y una vez más, se aleja bastante del cómic original.