Si ya avisábamos de que el cine de terror nórdico no podía escapar tampoco de los clichés del género, no es tampoco de extrañar la existencia de esta secuela, que, curiosamente tampoco se estrenó en España (sí, tampoco es de extrañar).
El gran éxito que tuvo Cold Prey. Fanáticos del Snow (Roar Uthaug, 2006), hizo que rápidamente se pusiera en marcha la maquinaria de hacer dinero de los responsables de la ya saga. Aunque el cambio de director no se nota en exceso (un debutante Mats Stenberg), la película cuenta con un nivel técnico prácticamente idéntico al de su original.
La narración nos sitúa de nuevo en la pista del origen del asesino, pero al igual que la primera película, son pocos los detalles que se arrojan en torno a este misterioso gigante de la nieve. Uthaug, que colabora aquí en la escritura del guión, sirve de espléndido enlace para las dos películas, lo que hace que se puedan ver prácticamente seguidas y formen una sola en conjunto. La continuidad está muy bien conseguida.
En esta ocasión sólo se respeta la protagonista, Ingrid Bolso Berdal, siendo el resto del reparto enteramente nuevo, ni siquiera el actor que interpreta al asesino es el mismo. Un reparto creíble, sin muchas pretensiones, pero que cumple sobradamente las exigencias de una cinta de estas características. No hay demasiado tiempo para discursos, por lo que sus roles se limitan sobre todo a acción física en pantalla.
Cold Prey 2 no renueva la saga, pero mantiene muy bien el nivel de la primera película, siendo una secuela especialmente notable para tratarse de una cinta de terror. Un planteamiento sencillo (que nos recuerda quizá a otra secuela, la de Halloween, el origen (Rob Zombie, 2007) y que curiosamente tampoco se estrenó en cines, pero que por lo demás es efectiva, sigue dando prioridad al suspense, exige poco al espectador (no hay muchas escenas demasiado violentas) y nos mantiene inquietos durante su metraje.
Si que habría que comentar que Cold Prey 2 (en algunos sitios se la llama Cold Prey 2: Resurrection), no tiene un final demasiado homogéneo. Hay partes en las que parece que todo termina, pero en un momento dado se estira el chicle y la cosa no acaba. Quizá no es un final merecido, pero por ello no sería justo desmerecer toda la película que viene detrás.
Es evidente que si Cold Prey. Fanáticos del Snow, no se estrenó en salas comerciales, esta segunda parte tampoco lo haría. Las razones son idénticas a su primera película y no habría tenido ningún sentido estrenarla sin haberlo hecho con la primera.
Si la primera parte fue editada en España, es imposible conseguir esta secuela en nuestro país. Para ello será necesario tener ciertos conocimientos de francés, inglés o, por supuesto, noruego, ya que existen algunas ediciones en bluray y DVD con subtítulos y/o audios en estos idiomas, disponibles en amazon. Incluso hay ediciones que incluyen las dos películas.