Cerrando la trilogía, esta tercera película de la saga, quizá sea la que pone fin a todo, no ya sólo a la historia, sino a la esencia de las dos películas anteriores, y es que nos encontramos quizá con la peor cinta de las tres. Cold Prey 3 parece no guardar mucha relación con las anteriores películas, salvándose porque aporta algo a la historia del asesino en serie protagonista de todas las cintas.
Igual que sucedió en su día con Uthaug y Stenberg, esta cinta supone la opera prima para su director. El camino lo tenía bastante allanado, gracias al éxito acumulado por las dos películas anteriores. La situación se ponía muy cómoda para Sandemose, pero lo cierto es que una de sus mayores pegas es el guión, escrito principalmente por dos nombres que no tienen nada que ver con la saga (aunque haya colaborado Martin Sundland, que fue uno de los creadores de la cinta original). El guión es típico, con poca alma y con escenas bastante previsibles. En su conjunto deja una cinta mucho más del montón que las anteriores, donde apenas se juega con el suspense o con la intriga. Todo está mascado y no hay lugar para las sorpresas.
Para engrandecer más el final de esta terrorífica saga, se opta por un escenario totalmente abierto. El hotel o el hospital, cercaban de alguna forma, la acción de la trama, proponiendo diversas situaciones que interactuaban con el entorno. Aquí, la decisión de los personajes es más compleja, puesto que no tiene un espacio cerrado para atrincherarse o refugiarse. Para que luego digan que correr es de cobardes.
Cold Prey 3, deja en evidencia que la saga no puede dar más de si, y que con una segunda película, la despedida habría sido correcta. A veces cuesta saber dónde están los límites del éxito y esta tercera película no les llega ni al betún a las dos anteriores, a pesar de estar rodada con bastante cuidado y mimo, todo sea dicho.
Dado que los personajes son totalmente anteriores en el tiempo a los que ya conocemos, aquí el papel de heroína recae sobre Ida Marie Bakkerud, aunque no demuestra demasiado sus dotes como luchadora, sino más bien como superviviente. Al menos se agradece que se haya mantenido el personaje femenino como héroe de la película, algo que sí que hereda de las anteriores.
Cinta inferior, con una calidad técnica similar a las dos anteriores entregas, pero con un desarrollo flojo y falto de ideas. Cold Prey 3, quizá no es necesaria como cinta de terror. Ni siquiera explota como debería, el verdadero orígen del personaje del asesino (que es lo que muchos esperábamos).
Sobra decir que si ni la primera ni la segunda se estrenaron en cines, esta tercera película, no verá una sala española. Las razones ya las sabemos.
Al igual que con Cold Prey 2 (Mats Stenberg, 2008), para poder hacerse con esta cinta, será necesario tener algunos conocimientos de francés, inglés o noruego. Amazon ofrece algunas ediciones a precios bastante asequibles, eso sí, con idiomas y subtítulos muy limitados.