Hablar de la televisión de los años ochenta, es hablar de Glen A. Larson, una de las mentes creativas que ha dado series tan míticas como Galáctica: Estrella de combate (1978), Las desventuras del Sheriff Lobo (1979), Camuflaje (1984), El coche fantástico (1982) o Magnum, P.I. (1980), por mencionar algunas de las más conocidas. Quizá The Fall Guy (1981) no fue una de sus series más conocidas en España, pero con el estreno de su adaptación cinematográfica, Larson (que falleció en el 2014) vuelve a estar en el candelero.
Protagonizada por Lee Majors y Heather Thomas (que también era guionista), su traslación al cine ha dado quizá más peso a la comedia que al thriller en cuestión, resultando un producto entretenido, con gracia y además con una capa bastante interesante, porque ¿quién no ha querido vivir alguna vez su propia película? Como curiosidad, los protagonistas de la serie original tienen su cameo al final de la película.
Dirige la función alguien que conoce bien la profesión de doble especialista, David Leitch. Leitch (Kohler, 1985) ha trabajo como especialista y coordinador de especialistas en más de ochenta películas, muchas de ellas icónicas cintas de acción, como Blade (Stephen Norrington, 1998), El club de la lucha (David Fincher, 1999), Replicant (Ringo Lam, 2001), Fantasmas de Marte (John Carpenter, 2001), las dos últimas entregas de la saga Matrix o un par de entregas de la saga de Jason Bourne (a quien referencian varias veces en El especialista).
Esta película supone su quinto trabajo como director, y como en la anterior, ha tirado por una mezcla de humor y acción como principales ingredientes de una cinta que, sin llegar a resultar excesivamente graciosa, se vale mucho de la abulencia en los personajes y clichés de la profesión. No faltan, por supuesto, guiños a otras películas en los diálogos.
Gran parte del mérito de que El especialista sea una cinta con la que uno se pueda reír reside en sus dos protagonistas, la pareja formada por Ryan Gosling y Emily Blunt. Aunque el personaje de Blunt en la serie, era también especialista, aquí se le ha dado otro rol y supone el punto de inicio de la parte “romántica” de la historia. No hay duda de que la mezcla de ambos actores supone algunas de las mejores escenas, aunque Gosling se lleva más protagonismo, interpretando a un actor que, prácticamente, vive en una constante película. Si en la serie, su profesión le servía para resolver casos, aquí, además, se le aporta ese toque casi paródico, que le viene bien a la historia, dándole frescura y que no todo sea excesivamente… serio.
Detrás de El especialista hay relatos sobre la fama, la ambición o la búsqueda de uno mismo. Quizá temas un tanto “profundos” para una película que hasta se permite el lujo de hablar sobre el cine como profesión, desfigurando muchos de los ingredientes y personas que conforman un rodaje.
Los personajes viven su propia película, su romance y a la vez se rueda una película que, podría ser su propia historia. Este quizá sea el punto más original e interesante de la propuesta de Leitch que cuenta también con una banda sonora muy pegadiza tanto a nivel de canciones (con clásicos de Kiss, AC/DC o Taylor Swift) como a nivel de música original.
Como el género que toca en su propia trama, El especialista tiene los elementos clásicos de una película de acción, algo que Leitch remarca, a saber: hay romance entre los personajes, hay escenas de acción (pocas, pero bien rodadas y que mezclan muy bien la comedia con la propia acción), y hay intriga, quizá este último sea el elemento menos “pesado” de toda la trama.
Con estas mimbres, El especialista es una película bastante entretenida con la que pasar un largo rato (dura bastante, pero no se hace demasiado pesada), con unos actores muy correctos y con la que seguir descubriendo el lado cómico de ese roba escenas llamado Ryan Gosling.
