Con el paso del tiempo, hemos podido comprobar que el cine de animación producido por Netflix no es que sea para tirar cohetes. Evidentemente siempre hay excepciones, e incluso se atreven con historias y nombres de peso, como con Apolo 10 ½: Una infancia espacial (Richard Linklater, 2022). En esta ocasión, se alían con la animación de Sony (concretamente con su división SPI) para dar vida a esta historia que, sin aportar realmente nada nuevo, consigue entretener sin lugar a dudas.
Escribe la película la dupla formada por Chris Williams y Nell Benjamin. De este último, realmente poco conocemos, pero de Williams sí que sabemos algo más. Ganó el Óscar por la maravillosa Big Hero 6 (2014) y ha colaborado en varias producciones de Pixar/Disney. Cuanto menos resulta extraño que una producción como El monstruo marino no haya llegado a las salas, pues mimbres para ello sí que tiene.
Algo que llama muy especialmente la atención es su factura. Realizada con animación digital, el resultado es realmente asombroso. Buena técnica y sobre todo lo fundamental para dotar a cada escena, de cierta espectacularidad (el arranque simplemente es maravilloso) que, sin duda, en una pantalla grande se habría disfrutado el doble.
Vaya por delante este apunte interesante, El monstruo marino no cuenta especialmente nada nuevo. Una historia que vuelve a hablarnos sobre la lucha entre el hombre y la naturaleza, sobre sus ansias de destruirlo todo. En el fondo la película tiene un velado mensaje ecologista que, junto con algunos detalles contemporáneos, la convierten en una cinta bastante interesante de ver.
El guion mezcla con cierto atino, comedia y aventura, por lo que durante su metraje, la película prácticamente no se resiente de un ritmo lento o aburrido. El monstruo marino es una película muy disfrutable, no cabe duda.
Pero que sería de una cinta de animación sin comentar su reparto de voces en la versión original. Karl Urban se encarga de darle voz al protagonista, y nombres como Dan Stevens o Jared Harris, lo acompañan en papeles secundarios. Todos están correctos y la película no resiente nada en este aspecto.
Una película entretenida, como comentamos, que se deja ver y que, a pesar de sus previsibles giros, deja buen poso. Muy recomendable para niños, sin duda.
Como hemos dicho, resulta raro que esta película no haya entrado en el circuito de salas, sobre todo por su espectacular nivel técnico. Cuenta con voces de cierto prestigio, y el director es también conocido. Posiblemente Netflix pagó por la exclusividad.
Sólo es posible verla a través de Netflix.