La millonaria compra de Marvel por parte de Disney hace ya seis años (por la friolera cantidad de 2.800 millones de dólares) tendría una repercusión no sólo a nivel económico, sino también a nivel de producción. Resulta inevitable relacionar aquel negocio con Big Hero 6, la primera cinta de animación de Disney sobre personajes de Marvel (creados aquí por Duncan Rouleau y Steven Seagle) desde aquella explosiva noticia.
Lo primero que llama la atención de Big Hero 6 es su técnica. A pesar de no contar con Pixar, Disney ha demostrado con creces su autónoma capacidad para crear películas al mismo nivel (e incluso superior) que la factoría de obras maestras como Toy Story (Juguetes) (John Lasseter, 1995). La ambientación, los escenarios, el diseño de cada detalle e incluso la interactuación entre los elementos de una escena, es algo mínimamente exigible, pero que Disney lo ha cubierto con creces. Pocas cosas se le pueden reprochar a Big Hero 6 en este aspecto.
Que la historia esté un poco dividida en dos partes y que algunos personajes no estén muy bien desarrollados, es quizá algun pequeño lastre que la cinta pueda tener, pero no desmerece en absoluto un conjunto brillante, sumamente entretenido y, como es habitual, con su particular moraleja como conclusión.
La labor tanto de Hall como de Williams (recordemos que ambos tienen un Oscar) en la dirección, también merece la pena destacarla. Una historia bien contada, aunque irregularmente puesta en pantalla, y una evolución de personajes quizá algo forzada. Pero una historia de estas características no podría contarse, seguramente, de otra forma. Big Hero 6 es una cinta espléndida y tiene más virtudes que defectos, algo que ya es marca de la casa.
Hay acción, comedia, intriga y drama. Big Hero 6 es un variado cóctel bien servido, que puede degustarse a sorbos. No hay momento para aburrirse, siempre está pasando algo en pantalla (nunca se termina la energía que tiene) y resulta muy fácil simpatizar con cualquier personaje, sea humano o robot.
Como siempre suele hacer, Disney se apoya en esta ocasión en elementos dramáticos para dar alicientes al protagonista a que avance la historia, y resulta inevitable su capacidad para hacernos partícipes en todo momento de lo que pasa. Big Hero 6, a pesar de ser una cinta animada, se aleja de la infantilidad y la ñoñería y plantea una historia seria que no trata a los niños como niños.
Película espectacular a nivel visual y sonoro (incluimos la banda sonora de Henry Jackman), con escenas memorables y con un guión algo irregular. Su primera parte supera a la segunda mitad de la película, pero no por ello echa al traste el resto.