Brad Pitt protagoniza esta entretenida función centrada en un apocalipsis zombi a escala mundial. Marc Forster no deja tiempo para dramas o conspiraciones, va directo y eso se agradece.
Cuando en España no hemos ni siquiera catado su anterior trabajo, la bastante notable Machine Gun Preacher (2011) (es más, no creo ni que lleguemos a verla estrenada), Marc Forster se lanza a por todas con una superproducción como es Guerra Mundial Z, cuyo título bebe de la novela de Max Brooks, de idéntica sinopsis, pero muy diferente en cuanto a forma con respecto a su traslación a la gran pantalla.
El movido génesis que Guerra Mundial Z ha tenido desde que se iniciará el proceso de producción (reescrituras, guiones, montajes…), ha dejado, en parte, cierta marca. La película, básicamente se fundamenta en cinco secuencias, enlazadas de forma un tanto apresurada (casi a modo de videojuego), pero bien camuflada. Todo gira en torno a Brad Pitt, es innegable su presencia así como su fácil manejo dentro de un papel que no le exige demasiados sacrificios a nivel interpretativo.
Guerra Mundial Z no se va por las ramas, su prometedor comienzo no da tregua, resucita a los zombis de verdad (rápidos, muy violentos, casi inmortales…) y los moderniza dotándolos de una capacidad de grupo, realmente asombrosa (espectaculares efectos digitales), algo que ya dejaron muy claro los tráiler promocionales, donde pudimos ver casi todas las virtudes a nivel técnico que tiene la película.
Fuera del aspecto más llamativo, Guerra Mundial Z no destaca precisamente por su historia. Sí es cierto que el entretenimiento está asegurado al cien por cien, pero no es precisamente original. Es quizá este punto el que más flaqueé de todo el conjunto. A sabiendas que el libro desgrana mucho más todo y que su forma no es ni remotamente parecida a la cinta de Forster, quizá debamos separar ambos conceptos aunque compartan título.
Brad Pitt sigue siendo, a pesar de todo lo que ha pasado, un auténtico icono dentro del cine. Su presencia dentro de Guerra Mundial Z es prácticamente lo que mueve la película. Podríamos decir que sin él, la cinta habría pasado quizá como una más del montón, pero también la interpretación del actor en superproducciones similares no es muy frecuente, de ahí que merezca la pena señalarlo. Eso sí, su personaje tiene mucha suerte durante todo el metraje… ahí lo dejo.
Guerra Mundial Z es una cinta de zombis, esto es innegable, pero también tiene varias historias por debajo. La familia, la supervivencia, el pasado, la confianza… son puntos que trata la película, aunque muy por lo bajo y casi siempre se lo da mascado al espectador. Forster deja claro que su intención es la de hacer una cinta entretenida, sin mucho más, y lo ha conseguido, por lo que no hay trampa ni cartón. En varias escenas, el realizador ha dado unas buenas muestras de saber manejar ritmos que no había hecho antes.
Guerra Mundial Z es una cinta honesta con el público, da lo que promete y no se va por las ramas. Si bien es cierto que el final, aunque muy bien manejado, nos puede dejar un poco fríos, y hasta incluso la película se nos podría hacer corta.