La nueva trilogía de la saga de Michael Myers que iniciara David Gordon Green en el 2018 con La noche de Halloween, parece que llega a su fin, y con ella… también parece, llega a su fin la historia de Michael Myers. Un final bastante agridulce, en una trilogía que, como una cuesta abajo, ha ido de mejor a no tan bien.
Esta tercera entrega se sitúa unos años después de los sucesos de Halloween Kills (David Gordon Green, 2021). Laurie Strode vive tranquilamente con su nieta en una pequeña casa de Haddonfield (para que mudarse). Pero un año más, lo que parece dormido, despierta y tras un violento suceso de hace años, el espíritu de Myers vuelve a hacer temblar a la gente del pueblo.
Al igual que sucedió en las dos anteriores, Gordon Green vuelve a contar con el también actor Danny McBride para escribir este tercer acto de la saga, la que se supone, pone fin a varios años de crímenes violentos y fiestas de Halloween llenas de auténtico miedo. Pero como en las otras dos películas, ambos toman a un tercer nombre para el guion. Aquí es doble, además de ser guionistas con muy poca trayectoria: Chris Bernier (salido de la televisión) y Paul Brad Logan (con tan sólo un largometraje en su filmografía y más vinculado a la literatura que al cine). A pesar de que Green y McBride tienen bastante experiencia, se nota la ausencia de un tercer guionista con algo más de experiencia en el género del terror y no tanto en el drama. Esto deriva en una historia que, a priori, plantea buenas ideas (la regeneración del mito de Myers, por ejemplo) pero que al final no termina de cuajar en un buen producto, o al menos, en un producto a la altura de esta saga.
En la historia confluyen tres historias y quizá la que más peso tiene y a la que más importancia se la da (por cuestiones lógicas) da demasiados rodeos y lo que muchos quieren ver, es decir, a Myers haciendo de las suyas, queda diluido en un tercer acto sumamente vacío y hasta incluso demasiado breve. Insisto, el concepto que se ha querido hacer pinta bien, pero la ejecución no es muy acertada. A grandes rasgos, da la sensación de que han querido buscar un ‘heredero’ de Myers, pero se han arrepentido a última hora.
La presencia de la propia Jamie Lee Curtis, que no aparece tanto como uno esperaría, no logra salvar los muebles de una floja propuesta. El guion también hace especial hincapié en el drama, en el pasado y en la culpa, pero en una saga como ésta quizá sea lo que menos interese ver, y más a estas alturas de la película.
Halloween: El final (2022) no es el desenlace que uno podría esperar. Demasiadas divagaciones, los clichés se la perdonan (siempre se ha hecho así), e incluso algunas interpretaciones también, pero que una cinta que lleva el peso de formar parte de una de las grandes sagas del cine de terror, ponga su punto final de esta manera, posiblemente sea una cruz para muchos fans.
No es una cinta perfecta (tampoco lo eran las anteriores), quizá pueda generar grises en cuanto a si la consideramos mejor o peor que las anteriores, hay sentimientos encontrados con ella; pero lo que no se puede negar es la capacidad de regenerar situaciones y de reinventar al personaje como se ha hecho durante todos estos años. Quizá ya estemos preparados para dejar marcha a Michael Myers de nuestras vidas.