El episodio final de la saga de éxito Crepúsculo, llega a las pantallas españolas arrasando con todo. Esta vez, el drama queda a un lado y deja paso al auténtico fin de todas las cintas, contentar a los fans.
Bill Condon decidió repetir a la hora de cerrar la trilogía tras su paso por la primera parte de este extendido desenlace. Aunque se trata de una saga que ya contaba con una legión de espectadores que se dejarían el dinero sí o sí, la impronta de cada director en cada una de las entregas se ha desvelado como una nueva forma de experimentar dentro de un conjunto que, aunque más apto para jóvenes, tampoco ha sentado tan mal a otras edades.
He de confesar cierta sorpresa mientras veía terminar Amanecer – Parte 2. Sorpresa porque lo que, en un principio se desvelaba como una trama rosa, azucarada, entretenida (por momentos) y con muchos estereotipos, ha terminado por convertirse en una especie de alegato por la integración entre humanos, vampiros e híbridos. Y es que a estas alturas de la historia, volver a reiterar lo mucho que Bella y Edward se aman, quizá quedaría demasiado reiterativo e incluso indigesto para algunos. Son personajes ya de sobra conocidos, apenas necesitamos conocer de ellos. Para eso Condon se reserva los primeros treinta minutos de metraje.
Entre estas lecciones, nos cuela, de vez en cuando alguna escena algo hilarante (siempre manteniendo ese tono humorístico que simplemente trata de esbozar sonrisas en vez de carcajadas). A su vez, sigue manteniendo los mismos níveles técnicos e interpretativos que las anteriores cintas. Actores jóvenes, con escasa profundidad en sus personajes (y mira que lo intentan). Seguramente no es este el verdadero cometido de Amanecer – Parte 2. Si las novelas de Meyer ya son totalmente autosuficientes para crear éxito, películas sobre ellas quedarían reiterativas, quizá sea es una de las razones del enorme reparto que ha tenido esta saga (enorme en cuanto a tamaño, se entiende). No obstante, ha sabido mantenerse ahí en lo alto, prácticamente en el éxito y gracias a sus fans, puesto que, seamos sinceros, una saga sin libros como ésta no habría pasado de la primera entrega.
La segunda “mitad” de Amanecer – Parte 2 es quizá, la más ágil y atractiva de toda la saga (al menos para los que no comulgan con ella en exceso). El verdadero fin por el que se dividió esta resolución, y seguramente el auténtico divertimento para el espectador “casual”. Al más puro estilo saga de Harry Potter, asistimos a un potente desenlace que más bien podría haberse desarrollado en una larga secuencia (igual que la saga de J.K. Rowling) si no fuera porque muchos seguidores montarían en cólera por la cantidad de partes que se habrían saltado del libro. Por lo demás, la cinta continúa teniendo ese toque tan “fan” de mantener líneas de texto idénticas a las de los libros, lo que fuerza, en muchas ocasiones, algunas partes. Amanecer – Parte 2 no descubre nada pero es un bonito broche (ya se avista desde unos interesantes títulos de crédito) en donde se observa que se ha puesto especial cuidado ya no sólo en contentar a seguidores, sino en cerrar la historia como es debido (esos créditos finales que recuerdan a los de El retorno del rey).