La carrera en televisión de Brian Volk-Weiss le llevó durante unos cuantos años, a ganar cuatro premios Grammy (tras un buen puñado de nominaciones) por algunas “stand up comedies” con Dave Chapelle o Louis C.K. Su facera como productor dentro del mundo del documental es absolutamente extensa, produciendo durante el 2019 y el 2020, más de sesenta documentales, entre ellos la recomendable docuserie Los juguetes que nos hicieron, un repaso por 12 de las franquicias de juguetes más conocidas del mundo. Aquello parece que fue el caldo de cultivo para los documentales que nos ocupan.
La primera temporada de Las películas que nos hicieron consta de cuatro episodios de casi una hora de duración. Cada uno representa a un título emblemático, así tenemos un episodio dedicado a Dirty Dancing (Emile Ardolino, 1987), otro a Solo en casa (Chris Columbus, 1990), otro a Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984) y el último está dedicado a Jungla de cristal (John McTiernan, 1988). Salvo en uno de ellos, no hay presencia en los testimonios de los protagonistas, concretamente en el dedicado a los Cazafantasmas. Ahí si podemos ver a algunos de los actores que dieron vida a estos icónicos personajes.
La estructura de cada episodio va desde el origen de las películas, tocando temas como los derechos de adaptación, las historias reales que hay tras ellos (si es que las hay), hasta los problemas de financiación antes de los rodajes. Toda una fuente de información que, sin duda, supone curiosear en cuatro títulos ya clásicos hoy en día.
Cuando hablan de los rodajes, nos podemos deleitar con testimonios de miembros del equipo técnico, contando anécdotas, incluso imágenes del rodaje, de cómo se construyeron esos enormes sets (muy interesante el dedicado a la cinta de Chris Columbus, en este aspecto), o los problemas durante la posproducción de las películas (se habla de que muchos planos con efectos especiales de Cazafantasmas eran a toma única).
Y el punto nostálgico lo ponen los minutos finales de cada episodio, cuando esas mismas personas que nos han estado contando sus peripecias, vuelven a los lugares donde rodaron las películas. Sin duda un ejercicio muy, muy curioso.
Las películas que nos hicieron es un entrañable viaje a nuestra nostalgia cinematográfica, son una suerte de “making of” extendidos con muchísima información, muchas curiosidades, narrados de una forma muy amena y divertida que no resulta para nada, aburrido.
Una serie que, desgraciadamente para muchos, sólo se puede ver en Netflix.
