Es innegable la capacidad de Shyamalan para crear atmósfera, para generar interés y para ponernos siempre delante, personajes realmente interesantes, o al menos, a primera vista. Siempre con algo que contar. Su último trabajo, Llaman a la puerta (2023) podríamos considerar como una cinta más pequeña, quizá sin tanto empaque de superproducción, casi una obra de teatro o un episodio de una serie de televisión. Pero mantiene esos elementos que siempre le han hecho tan auténtico.
Nada que objetar ante la presentación de la historia, basada en la novela de Paul G. Tremblay La cabaña del fin del mundo, publicada en el 2018, porque el arranque de Llaman a la puerta sin duda es una más que notable carta de presentación. En poco más de diez minutos, Shyamalan logra plantearnos la tensión y el suspense necesarios para que sigamos prestándole atención. Suceden un montón de cosas en tan solo esos diez minutos…
Pero a pesar del interesante armazón que tiene la película y de sus primeros minutos, no podemos esperar mucho más de Llaman a la puerta. Hemos dicho que es una cinta “menor” dentro de la filmografía de Shyamalan, si la comparamos con obras previas que sí tienen un desarrollo mucho más largo y una historia con más esquinas. Aquí la historia es tal cual se presenta, no hay mucho más o no se quiere desarrollar mucho más.
Si es cierto que, durante el metraje, se suceden diversos ‘flashbacks’ a modo de pinceladas sobre los protagonistas… pero poco más. En este aspecto la película es excesivamente plana y lineal, no hay sorpresas (de hecho, según avanza uno vaticina el final), es todo realmente justo.
Tiene buenas interpretaciones, la historia está bien, genera tensión… pero es un tanto decepcionante que la premisa se reduzca a la pregunta de si creer o no. Fuera dramas, fuera dilemas morales (que podría plantearlos perfectamente, pero lo hace muy de pasada) … Shyamalan se dedica a rodar bien, como casi siempre, a plantear una historia sencilla y el resto tenemos que digerir tranquilamente.
Fiel a su estilo, Llaman a la puerta ha resultado ser un tanto decepcionante. A pesar del buen manejo del suspense, y de unos personajes con los que uno podría empatizar (siempre hablamos del matrimonio protagonista, porque la película sólo se cuenta desde su punto de vista), pero que, en el fondo, nos dan un poco lo mismo.
No resulta redonda, simplemente se deja ver y quizá nada más que una vez. Parece más una cinta de encargo que otra cosa.
