Los lunes al sol

Los lunes al sol

Los lunes al sol | 2002
27 de febrero de 2020
Un grupo de trabajadores de unos astilleros son despedidos cuando la naviera en la que trabajan decide cerrar. Asistimos a sus vidas, a su día a día y a los miedos y temores que pueblan la existencia de personas que, aún siendo útiles para trabajar, la sociedad no parece volver a aceptarlos para ello.

El madrileño Fernando Léon de Aranoa tiene, quizá, una de las mejores tarjetas de presentación dentro del panorama del cine español, gracias a sus tres primeras películas. Familia (1996), Barrio (1998) y la cinta que nos ocupa, Los lunes al sol (2002). Tres películas de marcado corte social (quizá sea uno de los directores de este subgénero dramático con mejor trayectoria en nuestro cine) que incluso aun teniendo historias muy diferentes, comparten muchos elementos que ya han pasado a formar parte del universo particular de su director.

El guión de Los lunes al sol, escrito a cuatro manos entre el propio León de Aranoa e Ignacio del Moral (guionista de un buen puñado de episodios de la serie Cuéntame como pasó), se basa en la mezcla de varias historias con un nexo en común. A pesar de que el tema pueda dar para un drama que, hasta cierto punto, podría resultar manido y algo ñoño, tanto el realizador como su co-guionista se toman el tema muy serio sin dejar de lado esa vis cómica que destila toda la película y que permite al espectador tragarse la dura situación con cierta suavidad, pero sin olvidar nunca que estamos ante un drama.

Fernando León no es que frivolice sobre el paro, los despidos o la desigualdad social, pero si que coge elemento dramáticos de estos hechos y los camufla con comedia, teniendo como resultado una película muy interesante, y que sabe dosificar con muy buen pulso, los momentos dramáticos y los momentos en los que dejar escapar una sonrisa.

Javier Bardem y Luis Tosar.

Y es que hay dos aspectos que contribuyen a que Los lunes al sol sea una cinta casi imprescindible dentro del cine español. Por un lado la narrativa, muy bien construida entorno a diversas escenas, secuencias… todas ellas con escenarios comunes (el bar, la naviera…) son puntos de reunión en donde los personajes intercambian puntos de vista, en donde se nos deja ver quizá los aspectos más trágicos de la historia.

Por otro lado, la enorme labor interpretativa de todo el elenco. Y es que el reparto de Los lunes al sol admite pocas críticas. Quizá algún personaje algo estereotipado, como mucho. Pero a nivel general estamos ante uno de los repartos más sugerentes de nuestro cine. Y es que brillan tanto los protagonistas (Javier Bardem y Luis Tosar), como los secundarios (José Ángel Egido, Celso Bugallo, Nieve de Medina, Joaquín Climent, Aida Folch, un joven Fernando Tejero…).

Son estos dos elementos, los que combinados sabiamente, configuran una historia que se debate entre la crítica social y el drama clásico sobre personajes perdedores o repudiados socialmente, sobre la soledad de la derrota, del desamparo (¿quien lucha por ellos?). La combinación es especialmente magnífica.

Gran parte del peso interpretativo se lo lleva el propio Javier Bardem, en un papel soberbio, con unas escenas magistralmente interpretadas y que consiguen dibujar a un hombre que, aun derrotado y con rabia, no pierde ese punto pícaro, ese punto de hombre mujeriego, de hombre que cree saber de todo, que quiere salirse siempre con la suya. Es un verdadero regalo para cualquier actor y Bardem le aporta su talento.

Cada personaje tiene su pequeña trama, su historia, su forma de atravesar la situación… todas ellas conforman un retablo tan desolador como caricaturesco (a veces) de una España que parece no saber cómo solucionar problemas tan serios e importantes. Fernando León firma una película de obligada visión, dirigida con un pulso especial y con una sensibilidad muy bien dosificada.

Cine que hay que ver sí o sí.

El año: 2002

Los lunes al sol se alzó con 5 Premios Goya, entre ellos 3 a mejor interpretación (Bardem, Tosar y Egido) y 2 correspondientes a Mejor película y Mejor director, superando a Pedro Almodóvar y su Hable con ella. Fue el año del cine argentino, precedido del éxito de El hijo de la novia (Juan José Campanella, 2001), y con títulos como Historias mínimas (Carlos Sorín, 2002) o Kamchatka (Marcelo Piñeyro, 2002). Un año en el que El otro lado de la cama (Fernando Colomo, 2002) se metió al público en el bolsillo, consiguiendo una recaudación récord y dejando claro que el músical no era sólo cosa de Broadway. Darkness (Jaume Balagueró, 2002) ponía el toque terrorífico bautizando a Balagueró como el nuevo director de género tras la buena acogida de Los sin nombre (1999); mientras, Daniel Monzón y La caja 507, se paseaban por los festivales cosechando premios.

Una espectacular y desoladora mirada hacia la desesperación o el desamparo.
10

+Info
Dirección
Fernando León de Aranoa
Guion
Fernando León de Aranoa, Ignacio del Moral
Dirección de fotografía
Alfredo Mayo
Música
Lucio Godoy
Montaje
Nacho Ruiz Capillas
Formato
1.85:1
Nacionalidad
España
Duración
113 minutos
Distribución
Warner Bros. Pictures
En la red

''
Te puede interesar