Los muertos no mueren

Los muertos no mueren

The Dead Don't Die | 2019
15 de marzo de 2020
En el tranquilo pueblo de Centerville, algo extraño sucede. Algo que ha hecho que los muertos salgan de sus tumbas e intenten devorar a todos los habitantes. Dos policías locales, Cliff y Ronnie, les intentarán hacer frente en una larga y dura noche.

Jim Jarmusch no es un director que se prodigue mucho en los últimos años. Tras su obra Paterson (2016) y el documental sobre la banda de rock de Iggy Pop The Stooges, toca un género prácticamente nuevo para él, como es el terror, aunque aquí lo trata de mezclar con comedia, en un intento de “renovar” el subgénero del cine de zombis.

Parece que poco o muy poco queda por descubrir en las películas de zombis (o zombies). Parece que todo está hecho, y que tanto Hollywood como el cine asiático, ya han dado todo lo que tenían que dar. Alguna vez, salta la liebre, y encontramos alguna cinta que sin salirse demasiado de los cánones, consigue que el público siga mostrando interés.

Jarmusch, acostumbrado a un cine muy personal y, casi siempre, a historias pequeñas con personajes muy poco comunes, ha decidido tomar parte en este subgénero con esta cinta, dotándola además de un humor demasiado particular, que supone más un lastre que un punto de apoyo para la película.

Y es que lo que se supone debe hacernos reír, aquí simplemente, pasa. Los muertos no mueren no termina de conectar con el público, no termina de llegarnos a hacer lo que se supone que tiene que hacer (supongo que gracia para que la historia no resulte tan cruenta, que tampoco lo es). Jarmusch parece más pendiente de que sus “feligreses” sigan de acuerdo con él, que de disfrutar de la película.

Danny Glover, Bill Murray y Adam Driver.

Adam Driver, con quien Jarmusch vuelve a hacer equipo después de Paterson (2016) es quizá el personaje que más nos guste. Aporta cierta gracia por su forma de resolver situaciones, es una especie de “freak”; fan de Star Wars (ese guiño a su personaje de Kylo Ren), conoce bien cómo sobrevivir a este tipo de casos, y no duda desde el primer momento, en que la situación está protagonizada por zombis. Parece el más sensato de todos.

Bill Murray (con quien Jarmusch ha colaborado en varias películas) aporta la veteranía a la historia. Contradice mucho a su compañero (Driver), y no se muestra demasiado complaciente con la situación. Asume lo que le ha tocado pero no aporta mucho más a la película.

En general, los actores (muchos de ellos amigos prácticamente, de Jarmusch) no generan mucha empatía y algunos parecen estar por estar, como si no tuvieran nada que aportar a la película. Resulta complicado hacer una evaluación de lo que dan.

Los muertos no mueren, además, adolece de cierta lentitud innecesaria. Una historia de este tipo requiere algo más de ritmo, de sangre (y no es un chiste fácil), algo más de acción, no únicamente ver en un mismo plano a tres actores repetir unas frases para que la situación parezca graciosa, porque no lo es. Los particulares personajes que Jarmusch esboza, no parecen encajar del todo en una historia como ésta.

Quizá no es una película que se adapte al universo de Jarmusch (¿tenía necesidad de hacerla?), no aporta mucho al género y salvo su tramo final, el metraje restante tiene más momentos plúmbeos que interesantes. Tras su visionado uno tiene la sensación de que ha perdido un buen puñado de minutos. Afortunadamente nadie nos obliga a verla.

Una comedia con muy poca gracia e interpretaciones algo irregulares.
4

+Info
Dirección
Jim Jarmusch
Guion
Jim Jarmusch
Dirección de fotografía
Frederick Elmes
Música
-
Montaje
Alfonso Gonçalves
Formato
1.85:1
Nacionalidad
USA, Suecia
Duración
104 minutos
Distribución
Universal Pictures
En la red

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