Sumido en una crisis sin precedentes, el mundo está en caos. Éste es el marco en el que se desarrolla esta cinta solvente aunque no exenta de algunos puntos mejorables. A pesar de todo, en su conjunto, Los últimos días, supone una propuesta novedosa dentro de lo que se estila en nuestro cine.
Y esta propuesta está orquestada por los hermanos Pastor (Álex y David) que ya debutaron hace unos cuantos años con Infectados (2009) película que, a pesar de tener un trasfondo muy similar a ésta, se desarrollaba a trompicones, sin ritmo y suponía un derroche a nivel interpretativo (cuenta con Chris Pine como protagonista).
Los últimos días se añade a la lista sobre los apocalípsis en la Tierra. Soy leyenda (2007), La carretera (2009), Fin (2012) o la anteriormente mencionada Infectados, suelen transportarnos a un mundo caótico, en donde la supervivencia queda por encima de todo y que, a lo largo de los años, ha ido marcando un subgénero al que le cuesta escapar de tópicos y recursos repetitivo. La cinta, a pesar de tener un tono dramático, se desvía en ocasiones a la aventura, lo que puede confundir a más de uno.
La cinta de los hermanos Pastor no se exime de ellos y comete este tipo de tópicos. Aunque bien es cierto que no abusa de ellos para contarnos la historia, son fácilmente reconocibles y muchos podrían echar al traste una cinta que, en su conjunto, no se desenvuelve excesivamente mal. No hay que ponerle muchos peros a su producción, de un nivel bastante elevado y que, una vez más, vuelve a dejar claro que ambos directores tienen un concepto espacial muy claro.
La historia principal de Los últimos días se monta alrededor de dos personajes, los interpretados por Quim Gutiérrez y José Coronado. A pesar de los esfuerzos del primero (aportando naturalidad y vulnerabilidad a su personaje), Coronado se lleva la palma con un personaje entrañable y con el que, a pesar de su pasado, el espectador simpatiza. De nuevo, el actor madrileño deja muy clara su potencia ante la cámara en momentos intensos.
El resto de secundarios que acompañan a los dos protagonistas (incluyendo a una fugaz Marta Etura) están correctos, aportando lo mínimo que se exige de ellos en una historia y/o producción de este tipo.
Uno de los principales escollos que Los últimos días podría haber salvado es su ritmo. Un asunto que ya los realizadores tuvieron que solventar en Infectados y que, desgraciadamente, no pudieron solucionar. La irregularidad de los acontecimientos que suceden (a veces parece que están demasiado pensados) hace peligrar en conjunto una cinta a la que se le puede exigir más, dado su cuidado envoltorio (incluimos también su banda sonora).
Los hermanos Pastor también se han encargado del guión, que juega con «flashbacks» para explicarnos aspectos de los protagonistas o algunas partes de la historia principal. Tampoco es que su estructura sea demasiado elaborada, es más, se planteaba bastante interesante. Lástima que el montaje haya echado al traste todo eso.
Los últimos días es un filme entretenido, con sus defectos y sus virtudes, con una puesta en escena y una producción, de notable para arriba, y con unas interpretaciones algo irregulares, destacando como hemos dicho anteriormente, a José Coronado, en un papel carismático y sencillo.