Tres años después del estreno de su primera temporada, Netflix nos vuelve a dejar una tercera entrega de esta entretenida y graciosa serie sobre la “lucha” de sexos en el mundo que nos ha tocado vivir. Machos alfa, en su tercera temporada sigue aportando y abriéndose más a otros aspectos del amor, dejando quizá a un lado el aspecto de la deconstrucción masculina, algo que era el eje esencial en su primera temporada y parte de la segunda.
Aquí se opta por varias subtramas, y en cada una de ellas se trata un tema en concreto. Aunque todas ellas están unidas por los personajes principales, resultan bastante entretenidas e interesantes dentro del panorama de series cómicas españolas que hay actualmente (no muchas, todo hay que decirlo).
La serie arranca hablando de la paternidad. Si en la segunda temporada era el personaje de Luz (Kira Miró) quien ponía dudas a su deseo de ser madre, ahora Pedro (Fernando Gil) se convierte en el segundo papá del grupo. Una paternidad que choca con la idea de su pareja, separada y que convive con un bohemio (Jon Kortajarena) con ínfulas de renacentista, pero bastante poco maduro. No es quizá la parte más atractiva de esta temporada, pero su punto de vista y su visión sobre diversos aspectos de la paternidad (el estar presente en los momentos importantes, por ejemplo) son a tener en cuenta.
Gorka Otxoa sigue destacando por encima del grupo, y en esta temporada su parte cómica se vuelve más comedida. Junto a él, la actriz Paloma Bloyd (que interpretaba a la pareja de Toni en la serie Cuéntame… como pasó) le dará muchos quebraderos de cabeza. Dentro de esta historia, hay humor sobre los diversos clichés de la masculinidad, misoginia y también algún que otro toque sobre relaciones sociales.
Luis (Fele Martínez) se las vuelve a ver dentro de su familia, lidiando con temas como la identidad sexual a edades tempranas, el apoyo a su mujer sobre sus sueños o el problema de los divorcios en personas mayores. Todas las historias que se desarrollan alrededor de su personaje son, quizá, las más interesantes de esta tercera temporada.
Terminamos con el personaje de Raúl (Raúl Tejón) que sigue buscando el amor de su vida, sin haber superado traumas. Tejón tiene más protagonismo en esta temporada y junto al personaje de Marimar (Marta Hazas), una joven ultracatólica, supone una de las piezas más cómicas de la temporada. La madurez, el respeto mutuo o la confianza son algunos de los temas que se tratan aquí.
Machos alfa no defrauda, continúa siendo una serie fresca, muy entretenida, con mucho humor y que ha sabido evolucionar con el tiempo. Ha tomado una deriva algo más dramática sin olvidar la comedia, consiguiendo un equilibrio que ni empalaga ni aburre.
