Acción

Misión hostil

Misión hostil

Land of Bad | 2024
30 de abril de 2024
Lo que parecía una misión de reconocimiento para el joven sargento Kinney se convertirá en una misión de rescate cuando su equipo sea atacado por sorpresa. En la distancia, cuenta con la ayuda del piloto Eddie Grimm 'Reaper'.

Como en cualquier género, el cine de acción tiene unos estándares mínimos de calidad, ya no sólo a nivel técnico, sino también a nivel argumental y obviamente a nivel interpretativo. Misión hostil (William Eubank, 2024) carece precisamente de muchos y es lo que impide que sea una cinta, al menos, entretenida. Ya no es que al cine de acción se le pidan personajes con conflictos internos o tramas sumamente elaboradas, que podría hacerse y de hecho hay (no muchas, pero hay), pero conociendo sus limitaciones y siendo, casi siempre, un producto más de entretenimiento que de deleite cinematográfico, cuando una película no llega a esos mínimos, la desconexión con la misma se hace intermitente durante toda su duración y casi que podemos tenerla de fondo mientras hacemos otra cosa.

Eubank había despuntado entre la ciencia ficción “indie” hace unos años con La señal (2014) que la escribió junto a su hermano Carlyle y David Figerio, con quien ha trabajado en otras ocasiones (aquí lo hace). Tras sumergirse con Kristen Stewart en Underwater (2020) y pasar de puntillas por la saga Paranormal Activity, con su séptima (sí, séptima) entrega, vuelve a la superficie para dejarnos una cinta de acción excesivamente simple y con una historia de videojuego, que no goza además de unos buenos elementos, a pesar de contar en su reparto con Russell Crowe, principal reclamo, no hay duda.

Misión hostil tiene demasiados clichés del cine de acción de rescates (soldado novato que luego es un héroe, malos que torturan, veteranos que ayudan en la distancia, militares que no quieren ayudar…) todo el catálogo de tópicos se encuentra en esta cinta, que no destaca precisamente por muchas cosas, sino todo lo contrario, destaca por no aportar nada nuevo al panorama del cine de acción.

Liam Hemsworth y Luke Hemsworth,

Da la sensación de que a un icono del ‘mainstream’ como Russell Crowe, está sufriendo (o al menos incipientemente) los males que en su día sufrieron y siguen sufriendo, grandes estrellas de Hollywood como John Travolta o en su día Bruce Willis. Nombres de peso que, por diversas razones, se ven abocados a aceptar papeles algo vacíos y con escaso interés (salvo el económico personal) y llenan los últimos años de su carrera con títulos anodinos. Quizá Nicolas Cage ha sabido torear (aunque esto ya va en gustos) el temporal de la edad y el cine, metiéndose en producciones a cada cual más loca, y alternando cine de interés con otros productos menores.

Establecida así la estrella de la función, a nuestro Máximo Décimo Meridio más icónico (que aquí se pasa sentado toda la película) le acompaña el pequeño de los Hemsworth, Liam. También aparece Luke, el mayor, aunque en un papel secundario. Hemsworth y su sempiterno rostro melancólico, construye un personaje flojo, con poca o nula profundidad, el típico novato al que le meten en una misión aparentemente rutinaria y es el objeto de vacile del resto del equipo. Afortunadamente tiene imagen para ser actor, y sólo eso le salva en la película. No es un aliciente, pero siempre se agradece encontrar un rostro conocido entre la multitud.

Russell Crowe.

Misión hostil, como hemos comentado, tiene a Crowe en su reparto. Aquí es el veterano (en todos los aspectos), y trata de ser ese mentor que a Hemsworth le ha faltado y que le ha permitido siempre afrontar cualquier desafío. Podríamos decir que es como su punto de apoyo. Aunque en la historia estén a kilómetros de distancia y jamás compartan plano, esta relación podría recordar a las de de Jungla de cristal (John McTiernan, 1988) o Espías desde el cielo (Gavin Hood, 2015), donde la voz se convierte en el nexo de unión entre personajes que están a distancia.

Pero el principal problema de la película es su calidad y su narración. Todo absolutamente estándar, sin alma, con escaso interés, demasiados tópicos y no hay suspense. La acción está correctamente rodada (que menos), pero el resto del metraje es un ir a un sitio, a otro, a otro… y todo en un final que, pretendiendo crear tensión, termina siendo previsible.

No es una película que nos vaya a sorprender, pero Eubank también es consciente y no se ha dejado la vida en ella. Más bien le apetecía hacer una cinta de acción y esto es con lo que le han dejado hacerla. Tienes a Russell Crowe en el reparto… por favor.

Película de acción muy estándar con una trama plana, al igual que sus personajes..
4

Dirección
William Eubank
Guion
David Frigerio, William Eubank
Dirección de fotografía
Agustin Claramunt
Música
Brandon Roberts
Montaje
Todd E. Miller
Formato
2.40:1
Nacionalidad
USA
Duración
113 minutos
Distribución
Youplanet Pictures
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