Segunda película tras las cámaras de Brian Duffield (Pensilvania, 1985), que tras su adaptación de la novela de Aaron Starmer Espontánea hace tres años, vuelve a la dirección con este thriller de ciencia ficción. Una película que se presenta con una premisa realmente interesante pero que su ejecución, desgraciadamente, no acompaña.
Antes de lanzarse a la dirección, Duffield ya sabía manejar con cierta soltura los engranajes del thriller. Suyos son los guiones de las dos entregas de The Babysitter (2017 y 2020), Underwater (William Eubank, 2020), o incluso la cinta de aventuras De amor y monstruos (Michael Matthews, 2020). No hay duda de que entre Netflix y Disney se han movido sus contratos como guionista. Nadie te salvará plantea una historia que atrapa desde el primer momento, con una puesta en escena y un planteamiento visual que contribuyen a que la trama nos mantenga pegados al asiento prácticamente, durante una hora de película.
A poco que conozcamos el género, podremos destacar referencias (La invasión de los ultracuerpos (Philip Kaufman, 1978), Señales (M. Night Shyamalan, 2002) o incluso La guerra de los mundos (Steven Spielberg, 2005)), pero la labor en la dirección que Duffield nos ha dejado aquí, es realmente encomiable. Y todo en una primera hora de película que atrapa, nos mantiene en tensión e incluso empatizamos con el personaje protagonista.
Donde patina y decepciona mucho es en su guion. Un tramo final de media hora que arruina la función de una forma absurda, con más clichés y un clímax demasiado trillado. Parece que ahora está de moda los personajes atormentados por el pasado, por algo que cometieron y que les marca para toda la vida, vale, está bien… pero si resulta que el grueso de la historia obvia esto, al final, parece que los responsables no sabían bien por donde estirar más y han acabado en lo fácil. Aquí Duffield, que evidentemente, también escribe, pretende hacer encajar todo para que el final no sea demasiado crudo (vale, tiene a Disney detrás, podría entenderse), resultando una cina decepcionante en parte.
La buena labor de Kaitlyn Dever (protagonista junto a Beanie Feldstein de la más que interesante Super empollonas (Olivia Wilde, 2019)) en un papel sin diálogos, sin secundarios y donde se la juega todo a su físico y a su lenguaje no verbal, es otra de las bazas con las que cuenta esta película.
Una esmerada producción, una atmósfera bien construida que mantiene la tensión prácticamente desde el minuto uno, unos efectos especiales mejorables, una inquietante banda sonora… todo bien en este punto. Pero si gran parte del peso de la película se lo lleva el thriller, el suspense, la ciencia ficción, la ‘home invasion’… lo de colarnos el drama al final para que sepamos algo más del personaje resulta inútil cuando en el resto de la película, prácticamente ni se menciona y no aporta nada al tronco de la misma. Ni siquiera el ejercicio fácil de equiparar ese drama a la situación que está viviendo el personaje podría colar.
Nadie te salvará es, como hemos comentado, una buena propuesta con muy buenas intenciones, pero de ejecución fallida. Posiblemente con un desenlace más crudo, aunque más convencional sí, el resultado habría sido más satisfactorio a pesar no aportar mucho al género (que no es que tal y como está aporte tampoco gran cosa).
Este caso recuerda un poco al de Predator: La presa (Dan Trachtenberg, 2022). Hay una historia interesante, que se sigue con interés… Disney opta por no sacarla en salas. Vale que Duffield no es un director conocido, que Dever tampoco es una actriz que estrene una película al año, y que la película no tiene prácticamente diálogos, pero… sólo Disney sabe por qué.
Sólo puede verse en Disney+, ya que la película se ha lanzado en la plataforma hulu, además de estar producida por la Fox, bueno por la 20th Century Studios.