El británico Toby Wilkins debuta en el largometraje con esta cinta de terror/suspense, casi rozando el subgénero de las “monster movies”, en donde hay pocos personaje, poco presupuesto, una sola localización y donde es necesario el ingenio para mantener atento al público.
Con una premisa tan sencilla como clásica, Wilkins intenta mantenernos pegados al asiento durante casi noventa minutos. Si no sabemos absolutamente nada de Splinter, quizá podamos estar atentos a cada minuto, pero lo cierto es que sus influencias la delatan como una cinta con más intención de entretener que de contar algo diferente.
Y no hay nada malo en ello, Wilkins lo sabe y ha tomado muchas influencias del cine de los ochenta-noventa de terror, aquellas historias sobre monstruos que atemorizaban a grupos de personas en pequeños sitios… a todos nos viene a la cabeza esa obra culmen del género como es La cosa (John Carpenter, 1982).
En Splinter, poco a poco sucede como en la cinta de Carpenter. Al espectador se le van proponiendo pistas, intercaladas con alguna escena algo sangrienta (espectaculares los efectos prácticos de la película), pero en el fondo cuenta lo mismo que muchas otras, la necesidad del ser humano para sobrevivir. Aquí, encima por partida doble.
Quizá no lleguemos a reconocer mucho a su reparto. Jill Wagner (vista en la serie Teen Wolf o Stargate. Atlantis) y sobre todo Shea Whigham son los rostros más conocidos de una cinta que tampoco precisamente de caras que nos suenen para infundir suspense.
Es una película con una textura un tanto sucia, pero que le va como anillo al dedo. Personajes con los que descubres cosas, que se descubren poco a poco… todo hilado en un guión que sin ser una maravilla, no presenta demasiadas fisuras porque está escrito con demasiada sencillez. No necesitamos conocer mucho más de los personajes, se nos dice lo justo y lo necesario.
Splinter, es una película de terror muy disfrutable, con mucha influencia (nada malo en ello) y con una sencilla historia que no viene a descubrirnos nada, pero que sin embargo nos mantiene atentos prácticamente todo el rato, porque la cinta, aun con todo, no da respiro.
El escaso reparto no es precisamente un conjunto de nombres conocidos, y al ser la primera película de Wikins (luego dirigiría la tercera parte del remake de El grito y episodios de varias series) tampoco ayudó en su día a que se estrenase en salas comerciales. En España se pudo ver en la sección Midnight X-Treme del Festival Internacional de Sitges, pero nada más. A día de hoy es bastante poco probable que se estrene en salas, es una película que tiene más de diez años.
En España, no hay ninguna edición en formato físico de Splinter, y por el momento, ninguna distribuidora ha confirmado su salida en el mercado doméstico. Para verla, podemos recurrir a algunas ediciones en Europa que llevan subtítulos en castellano. Para verla doblada hay que recurrir a plataformas VOD, por ejemplo se emitió en el canal DARK, disponible en Movistar+.