La siempre agradecida aparición de Denzel Washington en una película, suele ser sinónimo de que, al menos, el actor va a estar a la altura de un papel, más o menos decente para disfrutar. La pareja artística formada por el director Antoine Fuqua y Washington, que le otorgó al actor de Nueva York su segundo Oscar, vuelven a trabajar juntos en una cinta con algo menos de enjundia.
Bien es cierto que la historia de The Equalizer: El protector, no es precisamente un alarde originalidad (partimos de la base de que se trata de la adaptación de la serie de televisión El justiciero, creada por Michael Sloan y Richard Lindheim en 1985). Nos vienen a la mente títulos como El fuego de la venganza (Tony Scott, 2004) o la trilogía de Venganza, con Liam Neeson. Personas corrientes, con habilidades especiales e involucradas en mafias peligrosas. En este caso la diferencia la marca el cómo se cuenta la historia, y Fuqua no se va por las ramas. La cinta resulta bastante impersonal y no hay mucho donde rascar.
Quizá su principal interés se queda en los primeros minutos, en la presentación de personajes, donde Washington puede lucirse. Su personaje, con pocos matices, pero efectivo, es un refrito de otros vistos con anterioridad, aún así, resulta siempre agradable su presencia. Junto a él, una serie de secundarios que apoyan lo justo al actor protagonista de Training Day (Día de entrenamiento) (Antoine Fuqua, 2001).
The Equalizer: El protector, no deja de ser un producto fácil, para entretener y poco más, con una historia trillada, pero que permite entrar en su juego y dejarse llevar, poniéndonos nerviosos alguna que otra vez a base de secuencias con bastante acción. Los personajes, tampoco llegan a colmar las expectativas que podamos tener, a excepción de Denzel Washington, claro.
Posiblemente ni siquiera Fuqua pretendiese contar algo más, y la fórmula le funciona perfectamente, reitero, siempre dentro de lo que se quiere contar. Arranca muy bien, en donde parece que nos vamos a encontrar una cinta de acción diferente, pero la cosa se vuelve tópica cuando entra en juego la primera escena de acción.
No hay que echar al traste todo el conjunto, pues The Equalizer: El protector resulta una cinta entretenida sin otro intento de creerse algo y al menos, la presencia de actores de cierto nombre le da un toque interesante.