Poco se duda de que, desde hace ya un tiempo, las producciones propias de Netflix en cuanto a películas se refieren, no suponen nada nuevo para los tiempos que corren. Son productos hechos para digerir en el momento y, si es posible (que suele pasar) para no dejar mucho poso. Lo hemos visto con Alerta Roja (Rawson Marshall Turber, 2021) o con la reciente El agente invisible (Anthony Russo y Joe Russo, 2022). Como productos de entretenimiento, pocas pegas se le pueden poner, ahora, su calidad cinematográfica, genera numerosos debates.
Turno de día (J. J. Perry, 2022) también ha venido para quedarse en este tipo de productos. La película es un buen producto de entretenimiento, y ahí se queda todo lo que podemos esperar. Si pensamos que estamos ante una nueva cinta sobre vampiros… estamos equivocados.
Dirige la función J. J. Perry, especialista de películas de acción (ha trabajado en la saga de John Wick y en la de Fast and Furious, por poner dos ejemplos, pero tiene un currículum bastante amplio). Es su primera película, y dentro de las limitaciones que podría tener a nivel creativo, lo cierto es que, en su conjunto, la película se desenvuelve correctamente como producto comercial. No es una película con mucho estilo, pero sí que tiene algunas cosas (movimientos de cámara y algo de puesta en escena) en donde se ve que no se ha puesto simplemente el objetivo por poner (no se si me explico).
Como producto de acción y entretenimiento, no podemos esperar unos personajes excesivamente trabajados. Foxx quizá es el único con cierta profundidad (en este tipo de películas el protagonista es quien se lleva todo). Un hombre luchador, y que dentro de sus propias leyes, siempre trata de hacer el bien. Un tipo que cae simpático y que se desenvuelve bastante bien en las escenas de acción.
Y esto nos lleva a, quizá, lo más destacable de Turno de día, sus escenas de acción. Hay pocas, pero las que hay merecen bastante la pena. Buenas coreografías, espectaculares y bien colocadas en la trama, para que el ritmo no decaiga.
Cuanto menos, resulta también llamativa la presencia de rostros conocidos como el rapero Snoop Dogg, en un papel muy carismático, Peter Stormare, Dave Franco o incluso la estrella de acción Scott Adkins. El reparto, sin se especialmente magnífico cumple con lo que se le pide, y listo. También mención especial a los secundarios que dan vida a los vampiros, unos auténticos ‘cracks’ del contorsionismo (muchos, trabajadores del Cirque du Soleil).
Turno de día puede incluso sorprender (pocas películas de vampiros durante el día hemos visto). Es una película muy entretenida, honesta y sin pretensiones que además tontea por momentos con el cine de los ochenta-noventa, una especie de ‘buddy movie’ con vampiros (aunque la patente la tiene Carpenter con su Vampiros (1998)).
Es llamativo que un producto de este tipo y con el reparto que tiene, no haya caído en manos de alguna productora para estrenarse en salas. Netflix compró los derechos y… el resto ya se sabe. Un producto prácticamente hecho a la medida de la plataforma.
Sólo es posible verla a través de Netflix.