Segundo largometraje de la serie de películas producida por Álex de la Iglesia y amazon studios bajo el nombre de The Fear Collection. La primera cinta fue Veneciafrenia (Álex de la Iglesia, 2021), en donde el director vasco trataba de homenajear al ‘giallo’ italiano, pero dándole un toque muy personal. Aquello no salió tan bien como podría haber salido y en esta segunda entrega, la dirección corre a cargo de Jaume Balagueró, bastante más experimentado en el terror.
Venus nos cuenta la historia de Lucía, una bailarina de una discoteca que, tras dar un golpe en su propio trabajo, se refugia en casa de su hermana, que vive con su hija. Lo que Lucía no sabe es que en ese edificio medio abandonado vive una extraña fuerza maligna que tratará de arrebatarle a su sobrina.
Jaume Balagueró puede permitirse el lujo de dirigir prácticamente cualquier cinta de terror que se le ponga por delante. Considerado como uno de los mejores directores españoles del género, su dilatada carrera le ha permitido cosechar éxitos con cintas como Los sin nombre (1999), Darkness (2002) o [REC] (2007) y secuelas (2009 y 2014). Eso sin contar sus trabajos para la televisión. No es de extrañar que una de las bazas de Venus sea precisamente que él está detrás.
Es cierto que su anterior trabajo, Way Down (2020) no fue precisamente redondo, si que comparte con Venus su capacidad de entretener. La cinta lo reúne de nuevo con Fernando Navarro, con quien trabajó en Musa (2017). Navarro tampoco es ajeno al género, su guion de Verónica (Paco Plaza, 2017) le supuso su primera nominación a los Goya. A nivel de historia, Venus es bastante completa, aunque comete el error de tratar diversas tramas que, poco a poco van perdiendo interés a favor de la que más peso tiene en la película.
Y es que Venus tiene thriller, con esa historia sobre el golpe que la protagonista ha dado y de cómo es perseguida por los matones de su jefe. También tiene una historia dramática sobre el pasado, sobre la necesidad de avanzar hacia delante… no es nada nuevo, pero su inclusión al menos muestra cierto interés por darle a la protagonista cierto fondo. Por otro lado, tenemos la trama principal, la que mezcla terror (muy light, todo sea dicho) con elementos sobrenaturales, algo que Balagueró sabe manejar muy bien.
El reparto está correcto, con la presencia de Ester Expósito como principal atractivo. La joven madrileña se dio a conocer en la serie Élite y desde entonces su carrera ha despegado. Aquí muestra bastante verosimilitud, huyendo de interpretaciones forzadas o impostadas, algo que en el cine de terror suele ser bastante frecuente. Lo mismo sucede con todos los secundarios.
A nivel de producción todo es más que correcto, aunque algunos personajes no están muy bien explicados o aparecen “de la nada” sin saber realmente cuál es su ¿función? La producción no ha reparado en gastos y aunque no pone pegas a la hora de mostrar violencia, resulta muy interesante toda la ambientación y la atmósfera que crea, con una sensación de angustia para la protagonista, casi constante, debatiéndose entre su propia supervivencia o la de su sobrina, desembocando en ese final casi lisérgico.
Con estos dos títulos estrenados hasta la fecha, todo sea dicho que esta Venus destaca por encima de la cinta de Álex de la Iglesia, tanto a nivel de trama, como a nivel cinematográfico, con personajes más interesantes y con una historia mucho más potente.
