Thriller

Scream 3

Scream 3

Scream 3 | 2000
11 de junio de 2024
Sidney Prescott vive ahora en una casa a las afueras de Los Ángeles, se ha cambiado el nombre y trabaja ayudando a mujeres víctimas de violencia de género. Pero el rodaje de la tercera entrega de "Stab" ("Puñalada"), la saga basada en su vida, hace que un nuevo asesino ande suelto a la espera de ser capturado.

Los resultados tan ajustados de Scream 2 (Wes Craven, 1997) con respecto a la primera, hicieron pensárselo dos veces a los de Miramax para hacer una tercera película. De hecho, tuvieron que pasar tres años para que el mismo director se decidiera a sacar una tercera entrega, esta vez sin Williamson en el guion.

Kevin Williamson estaba demasiado ocupado entre series y películas para poder escribir una tercera película de la saga, por lo que se decidió contratar a Ehren Kruger, cuya carrera por aquel entonces tenía a la cinta Arlington Road: Temerás a tu vecino (Mark Pellington, 1999) como único título destacable. A pesar de que Williamson había dejado indicaciones a Kruger sobre los personajes y la trama, éste hizo el guion desde cero. Craven no entró por el aro y le mandó reescribirlo. Es por esto que, quizá Scream 3 (Wes Craven, 2000) es el primer paso nuevo en la saga, saliéndose por completo ya no sólo del pequeño universo en el que se desarrollaban las anteriores entregas, sino que su tono se aleja por completo de una cinta de terror para adolescentes, centrándose más en una película de suspense con asesino de por medio.

Y es que en el fondo esta evolución tiene su lógica. Scream 2 funciona porque repite fórmula, y porque los personajes están ahí, apenas han evolucionado. Pero la necesidad de ir hacia adelante, es lo que esta tercera entrega plasma de forma casi obligatoria. A pesar de su nuevo enfoque, no faltan elementos tan clásicos como el arranque, el desenlace final, o algunos puntos de humor negro.

Neve Campbell.

A los rostros “supervivientes” se añaden nuevos, como Parker Posey, Lance Henriksen, Patrick Dempsey, Emily Mortimer, Jenny McCarthy o Matt Keeslar. Lo que salta a la vista es sin duda la evolución del personaje de Sidney y el interés de la historia en contarnos qué sucedió con su madre. Y es que Scream 3 ahonda, sobre todo, en el pasado y en la necesidad de respuestas. Aunque si nos ponemos muy básicos, estamos ante otra historia de venganza, pero que completa de alguna forma, los hechos sucedidos en las anteriores entregas, formando una trilogía irregular, pero que se deja ver.

Si ya Scream 2 jugaba en el terreno del suspense, aquí directamente el terror se queda en un segundo plano. La saga evoluciona hasta convertirse en otro producto distinto, pero con aspectos que siguen siendo esenciales en una cinta del ‘screamverse’, y sobre todo el elemento del ‘metacine’ aquí es ya un protagonista más. Personajes de la historia junto a sus personajes en la ficción… ficción con ficción… parece rizar el rizo, pero en el fondo es un enfoque interesante que le da a la historia otro aire. La forma en la que retrata el cine de terror a través de los actores, es un aporte que también se agradece.

Menos terror y una historia bastante más elaborada, donde sí, se nota bastante la ausencia de Williamson, pero también era necesario un pequeño reinicio que devolviera el interés al público. De haber repetido fórmula, la cosa habría vuelvo a ser un “más de lo mismo”.

Aunque su ritmo en ocasiones resulte algo lento, la historia avanza, los personajes crecen, la trama se complica… no hay duda de que ha remontado el vuelo.

Un necesario cambio de rumbo dentro de su propio universo que, agradecen los personajes.
6

Dirección
Wes Craven
Guion
Ehren Kruger
Dirección de fotografía
Peter Deming
Música
Marco Beltrami
Montaje
Patrick Lussier
Formato
2.39:1
Nacionalidad
USA
Duración
116 minutos
Distribución
Lauren Films
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