Después de adentrarse en el terror con la alabada Verónica (2017), un género que le había sido muy cómodo a Paco Plaza (por la saga [REC]), regresa al thriller que hace años le dio igualmente buenos resultados con la adaptación de la novela de Ramsay Campbell El segundo nombre (2002). Aunque en aquella ocasión había también ingredientes de terror, el thriller estaba presente en, prácticamente, cada fotograma.
Vaya por delante que más de la mitad del peso de la cinta se lo lleva la espléndida interpretación del gallego Luis Tosar. Un actor tan versátil que le puedes colocar en cualquier género o papel, que lo resuelve con absoluta maestría. Es quizá, uno de los mejores actores que pululan por el cine español, de eso no hay mucha duda.
Aquí construye un rol sólido, fuerte, lleno de un pasado atormentado (cargado por la muerte de su hermano y su adicción a las drogas) y que se ve envuelto en un dilema que resuelve a su modo dejando al espectador el juicio personal. La película está relatada siempre desde su punto de vista, al menos la trama principal, por lo que sus acciones le definen al instante y hacen partícipe al público de todas sus sensaciones.
Plaza, ha contado con un guión muy bien escrito (con pocas fisuras) a cuatro manos entre Juan Galiñanes (prácticamente desconocido) y Jorge Guerricaechevarría, habitual de Álex de la Iglesia y con una amplísima experiencia en thrillers (Cien años de perdón (Daniel Carlparsoro, 2016) o El niño (Daniel Monzón, 2014)). La historia está bastante bien tramada, contada con un ritmo que nos hace sumergirnos en ella y empatizar con el protagonista. Su tono realista le da igualmente un “plus”.
Quizá la realización tan plana de Plaza sea lo que nos resulta un poco menos interesante. El realizador valenciano apenas arriesga y planta la cámara con seguridad y contando lo esencial. No es una cinta plana, puesto que da para pensar y además los personajes están muy bien tratados, pero en cuanto a realización no tiene mucho que destacar.
Quien a hierro mata es una película sobre venganza, sobre la vida, sobre las cuentas pendientes, sobre el pasado… una película cruda, sí, pero resuelta con normalidad y sin grandes artificios. La inclusión de Tosar en el reparto y la magnífica labor de los secundarios, son los fuertes puntos apoyo de la historia que, aun con sus pequeñas fallas, no deja de ser interesante y para nada aburrida.