La dupla compuesta por Tyler Gyllett y Matt Betinelli-Olpin parece estar ya establecida en la industria del cine, más concretamente en el cine de terror. Tras su paso por la saga Scream, con la dirección de las dos últimas entregas hasta la fecha, vuelve al género con Abigail, cinta de terror con más suspense que otra cosa, y con dosis justas de vísceras y sangre. El resultado, sin ser brillante, logra ser eficaz y bastante entretenido.
El arranque de Abigail llama la atención. Un secuestro, una banda de tipos duros, callados y que ocultan algo. Hasta aquí todo me interesa. Luego la cinta se va por los derroteros del terror, con una historia sencilla, algún giro de guion interesante, pero en general, nada que no hayamos visto antes.
Personajes marcados por un pasado que se nos desvela demasiado pronto, una pareja protagonista (Melissa Barrera y Dan Stevens) que funcionan, quizá él más que ella, aunque de Stevens ya poco nos va a sorprender, es un actor solvente y bastante todo terreno. Aquí demuestra ya no sólo construir un personaje misterioso y duro, sino un sentido del humor negro que pone los puntos cómicos durante toda la película. Eso sí, durante su tramo final, la impostura y cierta sobreactuación terminan manchando un trabajo previo más que bueno.
Y es que el alargado final de Abigail no convence demasiado, parece que tuviera varios y que su intento de reinventar la fórmula del ‘slasher’ sobrenatural no termina de cuajar. Tyler y Matt demostraron también buenas dotes para la violencia y el terror en la cinta que prácticamente les dio a conocer, Noche de bodas (2019) con Samara Weaving y también con Guy Busick como guionista. Aquella también tenía a una antigua casa como escenario, pero la historia resultaba algo más original, a pesar de lo ligeramente decepcionante de la propuesta.
Con sus manías y sus buenas maneras, los directores construyen una historia sobre el clásico ‘trabajo en equipo’ con personajes que despiertan poco interés (porque ya sabes su final), unos villanos muy chulos y brutales, un escenario tan increíble (¿en serio hay casas así?) como fantástico. Todo confluye en que Abigail es una película entretenida, puede llegar a sorprender, pero a grandes rasgos es entretenida. No vayamos a pedirla más porque no creo que lo haga.
A nivel técnico, la película cierra filas con unos efectos prácticos solventes, nada nuevos, pero efectivos y que le van bien a la historia. Sí, hay sangre, un festival sobre todo en su tramo final (esto también pasaba en Noche de bodas), y también algún que otro susto.
Entretenimiento con altas dosis de rojo, personajes planos, y un Dan Stevens que se los merienda a todos. Sí, podemos darla un aprobado, porque además la película no resulta pretenciosa, da lo que ofrece y si lo quieres bien.