Javier Fesser siempre se ha caracterizado por su particular estilo tanto a nivel visual como de guión. Ya en su primera época como director de cortometrajes como Aquel ritmillo (1994) o el laureado El secdleto de la tlompeta (1995), su impronta como director de comedias hilarantes estaba más que patente. Su culminación llegó con El milagro de P. Tinto (1998), una de las cintas más “raras” dentro de la comedia española, pero con mucho estilo y ese humor tan particular.
Un universo plagado de personajes con los que resulta muy fácil encariñarse y, en ocasiones, identificarse, ya que todo lo cuenta con suma sencillez, pero siempre teniendo ese pequeño punto elaborado que lo convierte en un pequeño artesano.
Hablar de Campeones es también hablar de la sociedad, hablar de cómo nos enfrentamos a las cosas, de los prejuicios que tenemos, es hablar de varias cosas. Pero Fesser te lo cuenta de tal forma y con esos personajes (algunos tan estereotipados) que uno casi olvida esas cosas y se deja llevar por la comedia, a pesar de que el mensaje es evidente y él lo pone fácil. En este aspecto, Campeones es una película que no tiene nada que esconder.
Para llevarnos a través de esta pequeña montaña rusa de emociones, elige a Javier Gutiérrez para liderar el reparto. Gutiérrez, actor de notable solvencia interpretativa, nos regala un personaje que evoluciona, sin perder nunca ese punto “borde” y quemado que lo marca desde el inicio de la película.
Campeones juega, evidentemente, con las emociones más básicas, con la comedia más simple y con ese choque entre el protagonista y sus jugadores. En esa sencillez radica la mejor de la película, bueno, y que las situaciones cómicas están muy bien resueltas y llevadas. Quizá estemos ante una de las mejores cintas del director.
Su breve período reflexivo con Camino (2008) en donde abordó un tema tan complejo como controvertido, Fesser opta por regresar a la comedia, y además a la de acción real, con una historia muy sencilla, en donde se apela constantemente al espíritu de superación y llena de personajes a los que es fácil coger cariño.
La presencia de Gutiérrez en el “cast” le da un broche casi perfecto para lo que exige la historia. Si además queremos saber más sobre ella, siempre podemos recurrir al documental sobre el reparto, dirigido por Álvaro Longoria Ni distintos ni diferentes: Campeones (2018).