En esta ocasión se opta por un cartel con muy poco colorido, con unas líneas muy inspiradas en la época de los años treinta, donde la elegancia jugaba un papel importante a nivel social.
Como cada año, el director-actor-guionista Woody Allen estrena una nueva película, y aunque sus últimos trabajos no hayan tenido la suficiente repercusión como para que se hable de ellos durante tiempo, siempre es de agradecer que todavía queden algunos artesanos cinematográficos que consigan demostrar que el cine de hoy en día no es únicamente acción y efectos digitales. Sin embargo, la crítica ha sido unánime y no ha recibido con demasiados elogios esta última propuesta del neoyorquino que se proyectó en la pasada edición de Cannes.
Allen, que no es muy dado a prestarle demasiada importancia a la publicidad de sus películas, vuelve a recurrir a la ilustración como elemento principal en el cartel. Ya lo hizo anteriormente con Granujas de medio pelo (2000), La maldición del escorpión de jade (2001) o Conocerás al hombre de tus sueños (2010). En todas ellas, la silueta tenía un especial protagonismo, y junto a ella, un elemento de color que marcaba la diferencia.
Café Society, ambientada en Los Ángeles de los años treinta, nos cuenta la historia de un joven que se enamora de la secretaria de su tío (él Jesse Eisenberg, ella Kristen Stewart). La comedia que mezcla romance y algo de drama siempre se le ha dado bien a Allen, pero quizá el reparto no sea lo que haya convencido a la crítica experta.
El cartel de la película está centrado en una ilustración típica de los años en los que se ambienta la película, algo que sabemos por detalles como el peinado o el vestido. El hecho de que la figura sea una mujer, ya nos hace pensar que la historia gira en torno a una mujer o al género femenino en general. El uso del rojo en los labios remarca el carácter romántico de la cinta y la lágrima dorada nos deja claro que la historia tiene algún matiz agridulce.
Resulta muy interesante como con tres elementos (mujer, labios y lágrima) se consigue transmitir perfectamente el mensaje sobre la temática de la película. Lo mismo sucedía con el cartel de Conocerás al hombre de tus sueños (2010), en donde la fusión de los contornos del hombre y la mujer, se veía cortado por las uñas de color rojo. Una vez más el rojo simboliza lo prohibido, lo arriesgado.
La tipografía utilizada es la habitual en los carteles de Woody Allen (incluso en los créditos de sus películas), la Windsor, algo que también gustaba a Bergman (¿posible homenaje?). Una tipografía que aquí adquiere tonos amarillos, con cierto degradado.
Si nos remitimos al cartel americano (también tiene una versión idéntica al español), se observa la ausencia de ilustración. En esa ocasión, se ha optado por colocar a tres de los actores principales en el centro y rodearles de una especie de orla cuadrada (similar a la de El gran Gatsby (2015)) muy años treinta.
Versión analizada: España.
Agencia/Equipo creativo: The Entertainment Agency.
Elementos utilizados: Ilustración.
Tagline: «Todo aquel que es alguien, estará en…»