A pesar de lo breve de la primera temporada, la serie renueva por una segunda. En esta ocasión y a pesar del buen arranque, el resultado es inferior al de la temporada anterior, en su conjunto. Cuatro historias nuevas, en donde se tratan temas tan dispares como el vampirismo, el paso del tiempo o la obsesión.
El trasplante.
Espectacular episodio y espectacular arranque con esta historia dirigida por Salvador Calvo (Adú (2020)) y que cuenta con Ignacio del Moral en el guion, escritor de series como Cuéntame como pasó o Desaparecidos y guionista de Los lunes al sol (Fernando León de Aranoa, 2002) o Las aventuras de Tadeo Jones (Enrique Gato, 2012) . La historia nos sitúa en un futuro distópico en el que las personas pueden «renovarse» y seguir viviendo en un cuerpo joven. Aquí entra en juego el matrimonio formado por Javier y Ana, ancianos que deciden apostar por esta renovación, a pesar del coste económico que supone. El problema es que sólo pueden costearse a uno de los dos. La decisión les traerá consecuencias desastrosas.

Al buen planteamiento de la historia, que adapta una similar a la que el propio Narciso Ibáñez Serrador escribió para el episodio homónimo de la serie de los sesenta, en cierto modo parece enlazar con el episodio final de la anterior temporada, El doble. La sociedad que retrata es una sociedad prácticamente muerta, en donde la venta de órganos está a la orden del día (muy interesante la historia del personaje de Javier Gutiérrez y de cómo enlaza con la trama principal). Aunque el guion aquí tampoco resulta demasiado redondo (demasiadas preguntas sin respuesta), hay que reconocerle su buen hacer a este drama sci-fi.
El televisor.
Si hablamos de terror o fantástico en el cine español, el nombre de Jaume Balagueró no podía faltar. El episodio Freddy, de la primera temporada estaba dirigido por Paco Plaza, conocido compañero de aventuras de Balagueró y aquí, el segundo nos deja una interesante y aterradora historia que incluye tanto tecnología como suspense. Un matrimonio y sus hijos, se trasladan a vivir a un chalet, a las afueras de la ciudad. El marido empieza a obsesionarse con la seguridad de la casa e instala un sistema de cámaras que poco a poco le van convirtiendo en una persona prácticamente paranoica. Pero a veces, la realidad no supera a la ficción. Balagueró se encarga de juntarse con su equipo habitual e incluso hace algunos guiños cinematográficos al género del terror español. Una historia sobre el miedo, las obsesiones, sobre la familia todo ello en un ambiente que, poco a poco se torna opresivo. Adaptación de un episodio especial que, en un principio se incluiría en la serie original, pero que finalmente se emitió en un especial a mediados de los setenta.

La pesadilla.
Es el declive de la temporada. Una historia con ambiente de época, dirigida por la bilbaína Alice Waddington y rodada en Galicia. Cuenta con Álvaro Morte como protagonista de una historia sobre extrañas muertes que suceden en una región, y todo apunta a un vampiro. A pesar de la esmerada producción y de la notable participación de Morte, la historia no termina de resultar interesante. El ritmo a veces excesivamente pausado (se entretiene en elementos que no necesitan demasiada explicación y redunda en otros tantos) no ayuda a que todo fluya, y al final queda una desagradable sensación de que todo ha pasado como a trompicones, sin dejarnos demasiada huella.
La alarma.
Algo similar sucede con el último episodio de la temporada y, hasta la fecha, de la serie. Escrito y dirigido por Nacho Vigalondo, toma como base el episodio homónimo que Ibáñez Serrador escribió en dos partes y se emitió a mediados de los sesenta. El reparto es bastante interesante, cuenta con Carlos Areces, Roberto Álamo, Javier Gurruchaga y Aníbal Gómez. El cine de Vigalondo, que aquí también se puede aplicar, es muy particular, o se entra o no. Sus personajes en ocasiones resultan demasiado impostados, cuesta empatizar con ellos y tiene un humor demasiado particular. En La alarma, una pareja debe convivir con una familia mientras se refugian de una misteriosa lluvia ácida, producida por lo que parece ser, una invasión alienígena. La historia nos habla de la convivencia y la confianza, poniendo especial énfasis en las relaciones de pareja y familiares.
