Coronada, hasta la fecha, como la cinta de terror más taquillera de la historia (pasando los setencientos millones de dólares), resultaba muy jugoso para Warner Bros. no hacer una secuela de It (Andy Muschietti, 2017). De hecho, sabían lo que tenían entre manos cuando ya la anunciaron cuando quedaban días para el estreno de la cinta.
Mientras el libro de Stephen King alterna las épocas de los protagonistas, en It: Capítulo 2, Muschietti traslada todos los acontecimientos actuales en un solo acto. No hay cambios de tiempos, como por ejemplo sí lo había en la miniserie de Lee Wallace. Aquí, hay algunos, en donde nos retrotraemos a los ochenta, pero la cinta sobre todo se centra en los acontecimientos actuales, donde los personajes ya son adultos. Son quizá esos “flashbacks” meros instrumentos para justificar algunas partes de la historia, pero poco más.
El listón puesto por la primera entrega estaba alto. La maravillosa combinación entre aventuras, terror y drama había dado un resultado tan acertado que la taquilla había respondido de forma muy favorable. Muschietti, y en general los productores, tenían suficiente material (y presupuesto) para hacer una secuela que, al menos, estuviera a la altura de la primera película.
Pero el resultado dista mucho de ésta. Ahora, pasados los acontecimientos más emblemáticos de la historia, nos encontramos con una cinta de en la que se apuesta más por terror, al que de nuevo se le aplican las fórmulas convencionales, y menos por la aventura o el drama. Nos cuesta empatizar más con los personajes porque las situaciones no terminan de ser realmente interesantes.
Está más cerca de una cinta de terror de la última década, en donde prima el susto fácil, los personajes planos y una ambientación elaborada, que una buena historia. Ya conocemos a los personajes, hemos vivido con ellos la aventura, han perdido mucha inocencia y hemos sufrido con ellos en sus casa. Es momento de ver cómo ese pasado ha influido en cada uno y cómo lo gestionan emocionalmente.
La película no es rematadamente mala, puesto que se respira una cinta de presupuesto, con una dirección efectiva y sobre todo con un reparto en el que brillan estrellas como Jessica Chastain o James McAvoy. Incluso Bill Hader está destacable como elemento cómico, aunque a veces resulta demasiado plomizo. Pero el resultado no emociona, no aterra y el espectador se planta ante este It: Capítulo 2, como ante cualquier cinta del universo Warren, esperar a que la situación del “jump scare” aparezca y poco más.
Narrativamente la película también es bastante pobre. En sus casi tres horas, simplemente asistimos a una “set piece” de cada personaje en la que aparece Pennywise aterrorizándoles y usando de nuevo el miedo como arma. Pero poco más. Hay retales de la historia que no resultan ni atractivos ni tan siquiera importantes, como la reaparición de Henry Bowers, acompañado de su amigo… ¿zombie? Una aportación a la historia que de haberse eliminado no habría cambiado mucho la película. Al igual que su final, excesivo, alargado y que parece no terminar nunca.
La cinta tiene algunos guiños al universo de Stephen King, hay cameos curiosos… pero en general es bastante más floja que la primera parte, y como película en solitario no aporta nada al género. Una pena que Muschietti (que aquí ha contado sólo con un guionista) no haya sabido explotar y explorar más el potencial que tenía.