Nuevo producto directo a Netflix, en este caso una cinta de acción que, bien podría haberse estrenado en cines y posiblemente habría hecho una taquilla más que aceptable. Lo que tenemos es una película de acción con altísimas dosis de entretenimiento que tampoco busca descubrir la rueda, eso sí.
El guion de Kate se remonta a hace cuatro años, cuando su autor, Umair Aleem estuvo paseándolo por varios estudios, y lo subió a la famosa ‘Black List’, esa lista en donde se suben los guiones que resultan interesantes. Han pasado ya unos años y finalmente se ha sido posible producir la película. Aunque a día de hoy quizá no nos pueda sorprender mucho, lo cierto es que su buen ritmo y lo entretenido de la propuesta, la convierten en toda una película más que recomendable.
Al margen de su envoltorio, Kate también tiene su pequeño corazoncito, y es que la historia recurre a temas como la redención, el perdón, la traición o el honor para retratar esta mezcla entre cine de acción “made in USA” y cintas de acción orientales. Aunque quizá de las últimas sólo absorba la parte visual, ya que, a nivel de planteamiento narrativo, la película es muy convencional.
La idea de mezclar el mundo de los Yakuza con la acción al más puro estilo cafre de John Wick (David Leitch está en la producción), resulta de lo más entretenido. A esto hay que unirle una estupenda fotografía de Lyle Vincent (ha trabajado en títulos tan diferentes como Una chica vuelve a casa sola de noche (Ana Lily Amirpour, 2014), Bushwick (Jonathan Milott y Cary Murnion, 2017), La estafa (Bad Education) (Cory Finley, 2019) o Daniel no es real (Adam Egypt Mortimer, 2019)). Una estética que le va como anillo al dedo en donde brillan neones, se juega mucho con los reflejos, la noche está muy presente… a nivel visual la película es una maravilla.
Protagoniza Mary Elizabeth Winstead en un género que, a pesar de que lo ha tocado pocas veces, la última en el ‘spin-off’ de Harley Quinn con Margot Robbie, se desenvuelve bastante bien, en un papel que incluso resulta atractivo cuando se pone algo dramático. Woody Harrelson o el actor japonés Jun Kunimura (El extraño (Na Hong-jin ,2016) completan el reparto en el que también brilla la joven Miku Martineau, prácticamente desconocida.
Kate es una película muy entretenida, sin un prodigio de guion, pero que bebe del cine de acción más contemporáneo, de los videojuegos más punteros, todo ello adornado con una estética muy atractiva y un reparto correcto. El resultado es una película con altas cotas de entretenimiento, pero poco más. Realmente tampoco es necesario más.
El guión de Aleem llevaba oculta desde hace unos años, resulta extraño que ninguna productora se decidiese a hacerlo. Afortunadamente, y como ha pasado en otras ocasiones, ha tenido que venir Netflix a ‘solucionarlo’. Es una producción directamente pensada para la plataforma.
Sólo a través de Netflix.
