Tras cancelaciones y retrasos, por fin se estrena en nuestro país, La cabaña en el bosque (2012), apadrinada y escrita por Joss Whedon y dirigida por Drew Goddard, guionista de Monstruoso (2008) o Guerra Mundial Z (2013).
No hay duda de que la televisión siempre ha sido una fuente inagotable no sólo de ideas, sino también de nuevos talentos o de nuevos nombres que, con los años, triunfarán en el cine. La cabaña en el bosque reúne a dos nombres que partieron de la televisión y que en la actualidad gozan de cierta suerte. Joss Whedon (productor) y Drew Goddard (director) se han encargado de servir este plato frío aunque con cierta temperatura, después de haber coincidido en series como Ángel o Buffy Cazavampiros.
Podríamos decir que La cabaña en el bosque son tres películas en una, una curiosa y entretenida fusión cinematográfica con alto contenido en cine de fácil digestión. No es una película para pensar, sino todo lo contrario, una cinta de despistes, de falsos detalles y sobre todo de mucho entretenimiento.
La historia gira en torno a un grupo de amigos que van a pasar un fin de semana en una cabaña en mitad del bosque (sí, nos recuerda a Posesión infernal (Sam Raimi, 1981)). Cuando por casualidad descubren una serie de objetos en el sótano que desencadenarán unas extrañas apariciones. Pero no serán conscientes de lo que sucede hasta que es demasiado tarde.
A primera vista la película se aproxima a las clásicas cintas de adolescentes en donde están más preocupados por perder su virginidad que por otra cosa. Luego la historia se torna más a una cinta de terror (también orientado a un público adolescente) y termina en otra cosa. Obvio decir que si se pueden omitir detalles de su tramo final, se agradecerá no chafarla. Y es que es de esas cintas en las que poco o más se puede hacer una vez que se ha visto.
A nivel visual, la cinta cumple, no se para en excesos y tampoco en muchos detalles. Sus trucos visuales (sean por ordenador o más artesanales) están justos y ayudan a desarrollar la historia de forma correcta. El elenco interpretativo, encabezado por Chris Hemsworth, se dedica a conducir la historia, sin aportar mucho más, porque realmente la película no es una cinta en donde un actor se puede lucir.
Es posible que incluso uno se sienta algo engañado, pero quizá en ese engaño es donde radica la originalidad de La cabaña en el bosque, pero también es verdad que quizá muchos se sientan algo mosqueados con esto.
La película se deja ver, es entretenida y no va mucho más allá de lo que uno se imagina, por tanto si aceptamos su juego, estaremos contentos con nuestra inversión.
