A pesar de que en los créditos de la versión estrenada en el 2017 se leyera Zack Snyder como director, el realizador no pudo terminar su obra a gusto por problemas familiares severos. La precipitada muerte de su hija Autumn (suicidio) desmoronó la vida del director, como le pasaría a cualquiera, y tuvo que abandonar uno de sus proyectos más importantes. Warner colocó a Joss Whedon (con experiencia en el cine de superhéroes) para que finalizara el montaje. Su resultado no gustó prácticamente a ningún fan, que esperaba con ansia una cinta, no ya sólo que representara a su amado universo de superhéroes, sino que fuera una digna “competidora” de la saga de MARVEL.
El ahínco con el que los fans insistieron durante años en que la película no era la obra de Snyder, ha tenido su recompensa (para que luego digan que los estudios no escuchan al público (…) ) y ahora podemos ver en todo su esplendor y duración (unas cuatro horas) la visión que Snyder tenía de su “DC Universe”, tras haberlo petado entre los fans con El hombre de acero (2003) y Batman v Superman: El amanecer de la justicia (2016). Un colofón que ha dado muchísimo que hablar y que ha despertado tanto odio como alabanzas, como suele pasar cuando se trata de adaptaciones de cómics.
No es la primera vez que Warner tiene que “negociar” con un director nuevos montajes. Ya sucedió con la saga de El exorcista, tanto su primera entrega como la precuela (estrenadas como El comienzo (2004) y La versión prohibida (2005)) o con la película Superman II, con los montajes de Richard Lester y Richard Donner. No sabemos si será casualidad, pero también es cierto que, en las anteriores ocasiones, no hubo una presión tan loable por parte de los fans.
La historia de esta versión es realmente la misma que la de la versión estrenada en el 2017, aquí no hay demasiada variación. El detalle más importante radica en la forma en la que está contada y, sobre todo, en la cantidad de detalles e información que hay en la historia que en el montaje dirigido por Whedon, prácticamente no existía. Hablamos de dos horas más de metraje, además de las escenas modificadas, claro está. Sin duda estamos ante una película prácticamente nueva sobre la Liga de la Justicia. Una verdadera lástima que Warner Bros. No haya querido estrenarla, aunque fuera de forma limitada, en cines. Quizá con el tiempo rectifique y podamos verla.
Aunque pueda resultar chocante enfrentarse a una película de superhéroes de cuatro horas (si mal no recuerdo es la cinta de este subgénero más larga que hay, hasta la fecha) sorprende la agilidad a nivel de ritmo que se le ha dado, y donde no resulta para nada una película tediosa o pesada. Se nos presenta a los protagonistas de una forma correcta, adecuada, sin ir al grano, que es lo que sucedía en la anterior versión. Si que es verdad que, a día de hoy y con películas/series de ellos ya no es necesaria una presentación tan extensa. Aún así, hay detalles que siempre aportan, detalles que ni Wan o Jenkins nos han dado en las películas de presentación.
Así, esta película luce espectacularmente, a pesar de su formato poco habitual a día de hoy (4:3, 1:33.1). Dotando a las escenas de acción de un buen ritmo, casi que me atrevería a decir que mejor incluso que algunas batallas de las veneradas Infity War o Endgame. Pero la respuesta sobre su formato, es algo sobre lo que todavía nos estamos haciendo muchas preguntas, no encontramos una justificación realmente sólida sobre su elección, por más que hasta el director se intente justificar.
Hay bastante más profundidad en personajes como Cyborg o Flash (aquí sigue siendo un poco graciosete, pero más comedido), detalles que se agradecen y que aportan a la historia más matices. Tiene prácticamente lo que le faltaba a la otra para ser más película de superhéroes.
Siguen chirriando cosas de la trama de Superman. Volvemos a encontrarnos con las escenas supuestamente dramáticas (la película sigue sin funcionar en este campo) que entorpecen todo el conjunto, aquellas en donde Amy Adams hace acto de presencia (la actriz es buena, pero el papel no). Todo vuelve a tener esa especie de halo impostado en donde parece que el amor todo lo puede… pero no cuela. Es una lacra que ya venía arrastrada desde las anteriores entregas de Superman y que parecen no haber solventado.
A nivel de realización… todos conocemos a Snyder y su pasión por los “slow motion”. Está comedido, no son excesivamente molestos… pero están. No esperemos un cine de arte y ensayo, pocos planos realmente interesantes vamos a ver aquí.
Puro entretenimiento, que se pasa en un suspiro, deja algunas incógnitas (como ya es tradición en este cine), entre ellas si Snyder continuará con su visión. Hay muchos detalles en la película, tanto a nivel personal como a nivel “fan service”. Es una película totalmente nueva y que, sin venir a contarnos nada nuevo, al menos salda una doble deuda, la de su director con los fans, y la de los fans con el “DC Universe”. Posiblemente sea, tras el inicio de Wonder Woman, la segunda mejor propuesta de esta nueva etapa.
El caso de este estreno es cuanto menos sorprendente. Tras la retirada de Zack Snyder por el suicidio de su hija, Liga de la justicia fue terminada por Joss Whedon quien afirmó haber utilizado prácticamente un diez por ciento del material rodado por Snyder. Los seguidores de DC, a través sobre todo de redes sociales, demandaban a Warner un nuevo montaje con el criterio y escenas de su verdadero director, Zack Snyder, quien afirmó que no había visto el montaje de Whedon (a día de hoy sigue confirmándolo). Años después y con Snyder recuperado de la tragedia (o al menos eso parece), Warner decide darle la oportunidad. Al principio se pensó en una miniserie de cuatro episodios, pero finalmente se decidió convertirla en largometraje.
Aunque está editada tanto en bluray como en 4K, la película en España no pasará por los cines (algo raro teniendo en cuenta que otro título anterior y también del «DC Universe», Wonder Woman 1984, sí lo hizo) y sólo se podrá ver a través de la plataforma HBO (posiblemente por su duración no resultaría rentable para muchas salas). Como ya se anunció hace meses, los próximos estrenos de Warner Bros. Pictures se estrenarán simultáneamente tanto en cines como en su plataforma HBOmax (en España de momento es sólo HBO).
