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Machete

Machete

Machete | 2010
2 de octubre de 2010
Machete es un policía traicionado, repudiado por la sociedad, que busca la venganza de los que lo vendieron y los que mataron lo que más quería en la vida, su mujer e hija. Junto a una red clandestina de inmigrantes, buscará justicia para hacer pagar a los que le convirtieron en lo que es.

Robert Rodriguez ha tenido la suerte y la habilidad de conectar muy bien con el público. Sus fieles esperan cada año sus gamberradas, sus historias, sus personajes estereotipados y su cine sin miramientos. Robert Rodriguez sabe perfectamente sus limitaciones y las explota hasta conseguir su objetivo. Machete no se libra (afortunadamente) de estas premisas que el director de Texas siempre ha mantenido en cada producto que toca, bien sea como realizador o como productor. Sus películas siguen la estructura básica del héroe popular, sustituyendo ese “pueblo” por quizá otro tipo de organización más o menos grande (véase grupo de supervivientes, véase grupo de inmigrantes, véase grupo de estudiantes…). En este sentido tanto Machete como Planet Terror (2007) o como la reciente producción Predators (Nimród Antal, 2010) (recordemos que su nombre figura como productor) o como quizá The Faculty (1998), su idea de héroe contra enemigo común es siempre la misma.

Hemos de tener muy claro qué nos vamos a encontrar en esta película. Sabemos el gusto de su director y sabemos también lo que acostumbra a hacer con la cámara, por lo que muy pocas sorpresas nos pueden llegar con Machete. En ese sentido, fuera de que la película guste o no, es algo previsible. Miembros cercenados, cabezas rodando, tiroteos exagerados o escenas imposibles, son los elementos con los que Rodriguez se permite jugar para dejarnos una historia con sabor rancio pero sin llegar a disgustar. Se permite utilizar un estilo similar al de Planet Terror, pero sin exagerar los convencionalismos que aquella cinta marcaba.

Una de las bazas más interesantes con las que cuenta Machete es con su elenco interpretativo. Está lleno tanto de caras nuevas como de algunas no tan novedosas. Ha logrado convertir y reconvertir a un actor secundario como era Danny Trejo, en todo un protagonista (a pesar de las enormes carencias que, como actor, tiene). Su figura impasible y su dudosa interpretación, le convierten en un personaje que cae bien al instante. Es más que posible que la película marque un antes y un después en la carrera de este ex-convicto. Recicla antiguas glorias del cine como Don Johnson, Steven Seagal, Jeff Fahey u otro habitual, Cheech Marin para dejarnos con el sabor de boca de antaño, para que sepamos que no están olvidadas. Coloca a Robert De Niro en un papel tan odioso como gracioso, y logra volver a sacar a Jessica Alba de esa trayectoria tan infame en la que estaba metida mientras intentaba hacerse un hueco en el cine con superpoderes. Michelle Rodriguez, vuelve a demostrar su debilidad por ser una “macho-woman”. Tiene además la osadía de colocarnos a la impresentable Lindsay Lohan como una mujer que recupera la fe. Todo un conjunto de hilarantes personajes que son muy del estilo del director.

Steven Seagal.

Machete es “fast-cine” lo miremos por donde lo miremos. Fácil de ver, de asimilar y, por qué no, de olvidar. Con alguna que otra escena mítica, el resto de su metraje no marcará tampoco muchas cosas. Rodriguez se ha quedado sin duda con lo suyo, con su feudo como director y además ha demostrado que sigue en forma pese a que muchos digan lo contrario o incluso nunca le hayan dado una oportunidad.

Pero más allá de la forma en la que Rodriguez realiza su ejercicio, hay algo más. Y es que Machete esconde, muy en el fondo aunque evidenciado, cierto mensaje, cierta carga política que es lo que la convierte quizá en algo diferente a lo que Rodriguez lleva realizando hasta ahora. Quizá sea ese trasfondo sociopolítico lo que la delate como cine algo más entero que un simple desfile de sangre y vísceras. Casi con alguna escena de intenciones concienciadoras, Machete plantea algunos (pequeños) debates en torno a temas tan de moda como la inmigración o la política de los gobiernos con los inmigrantes. Si antes hablábamos de que Rodriguez siempre incluye a héroes en sus películas, Danny Trejo encarna a ese líder político de los inmigranges (en este caso mexicanos en territorio americano) que intentará poner orden y justicia aunque sea a golpe de cuchillo.

Mezcla entonces, de una forma inteligente, lo rudo y lo justo. En ambas medidas, la película se va tornando más política en sus últimos tramos, sin olvidar nunca todas esas cosas que la convierten en lo que es, sin olvidar siquiera sus orígenes. Un trabajo bastante aceptable (la podríamos incluir entre las tres mejores de su director), pero que desgraciadamente va dirigido a un público muy concreto, lo que quizá le cierra las puertas a unas más que posibles buenas intenciones a la hora de contar con nuevos espectadores. También es cierto que sin esas cosas que la hacen como es, Machete no sería lo mismo, seguramente caería en el más profundo de los olvidos.

Una auténtica ''cafrada'', pero sumamente entretenida.
6

Dirección
Robert Rodriguez
Guion
Robert Rodriguez, Álvaro Rodriguez
Dirección de fotografía
Jimmy Lindsey
Música
Chingon
Montaje
Robert Rodriguez, Rebecca Rodriguez
Formato
1.85:1
Nacionalidad
USA
Duración
105 minutos
Distribución
Sony Pictures
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