El cine de acción francés, lejos de co-producciones como la saga Transporter, suele ser bastante escaso en cuanto a inventiva. Para intentar renovar el género ya están los americanos. En concreto es quizá Luc Besson (casualmente también artífice de la trilogía mencionada) el europeo que más apuesta por trasladarlo a un terreno más propio. Prácticamente cualquier película de acción “made in Europe” parece pasar por sus manos.
Como volver a poner a Jason Statham como héroe, podría sonar a algo bastante manido, Besson ha optado por coger a otro británico, Guy Pearce, poco habitual de cintas del género, aunque haya hecho sus pinitos. El actor no se desenvuelve mal del todo (tampoco es que se le exija mucho) y afortunadamente se le ven las tablas e intenta construir un personaje pícaro, irónico, con cierta rebeldía, pero en el fondo comprometido con lo que hace.
Su “polo” opuesto es una siempre frágil Maggie Grace. Su papel no deja lugar a dudas de que es prácticamente el gancho de la película. Una mujer que debe volverse algo más hombre y, hasta incluso lograr lo que nunca pensaría que pudiera lograr. No es que sea mucho, pero al menos está correcta en su lugar.
MS1: Máxima Seguridad reúne clichés, tópicos y escasas escenas impactantes (también interesantes) que podrían convertirla en una producción curiosa o, al menos, interesante de ver. Partiendo de que su historia daría para una cinta algo más elaborada, la película no se va por derroteros y tras una vertiginosa presentación, nos coloca en situación al minuto.
A nivel técnico, no estamos precisamente ante un prodigio en cuanto a efectos especiales (muy olvidable la persecución en moto, más cercana a un videojuego que a cine), pero si que las escenas de acción están bien resueltas y hasta algunas secuencias en el espacio exterior también se podrían sopesar con algunas producciones norteamericanas punteras. Los desconocidos Mather y St. Leger, prácticamente debutan en el cine con este pastiche de acción en donde tampoco falta el intento por que no quede todo en un simple batiburrillo de escenas de disparos, peleas y demás. Al menos puede convertirse en una cinta para ver, pasar el rato y olvidarse de ella. Tampoco es su intención pasar a la historia.