¡Nop!

¡Nop!

Nop! | 2022
1 de septiembre de 2022
Estamos en California, concretamente a la árida zona de Aguas Dulces. En un rancho alejado de todo, trabajan los hermanos Haywood, llevando un negocio de caballos adiestrados para el cine. Pero algo sorprendente están a punto de descubrir, algo caído del cielo.

Último trabajo de un director que nunca deja indiferente. Podrá resultar más o menos interesante, y su cine podrá ser más o menos apto para ‘todos los públicos’ pero cada título resulta un tanto estimulante, ya no sólo por su historia sino por la forma en la que decide contarla.

Su anterior trabajo, Nosotros (2019) dejó también claro que se mueve mejor en la frontera entre el terror y el thriller, dotando a sus historias/películas, de una atmósfera sumamente desasosegante y que genera, por lo general, una tensión prácticamente durante toda la película.

Y de nuevo, Peele se encarga de escribir el guion de esta alocada historia que mezcla distintas tramas, aunque todas confluyen en una, la obsesión de los Haywood por captar la amenaza que se cierne sobre su negocio, en general, sobre el propio valle. Es esa obsesión, que se hace más patente sobre todo en la segunda mitad de la película, es la que va guiando a los personajes hacia su destino final, la confrontación.

Pero para llegar hasta allí, Peele nos va dejando miguitas por el camino, pequeñas pistas, aunque más que pistas son historias sobre los personajes, sobre la vida de cada uno. Algunas aportan más que otras, pero en su conjunto, generan una buena historia… extraña, pero que llama poderosamente la atención.

Como comentábamos, la atmósfera que general la historia de Peele es un elemento casi imprescindible para que la historia se desarrolle como necesita. Volvemos a tener la sensación constante de amenaza, de inquietud. Por la historia y el manejo del suspense, podría equipararla a Señales (M. Night Shyamalan, 2002), que además tiene un planteamiento ciertamente similar, aunque aquí no hay cuestiones de fe de por medio (o al menos no tan marcadas). Aunque el tramo final, podría ser un buen tributo a Tiburón (Steven Spielberg, 1975).

Daniel Kaluuya.

Una de las cosas más interesantes de ¡Nop! son, sin duda, sus personajes. Peele es de los directores que suele cuidarlos, sobre todo los principales. Aquí tenemos un puñado de personajes un tanto peculiares. Por un lado, los dos protagonistas, dos hermanos. Él quiere mantener la tradición familiar, ella no. Ese choque de intereses genera, al menos al principio, una serie de conflictos. Es verdad que conforme avanza la trama, esto se va diluyendo, y ambos terminan por buscar lo mismo.

Por otro lado, tenemos al personaje interpretado por Steven Yeun (visto en Minari. Historia de mi familia (Lee Isaac Cheung, 2020)). Yuen interpreta a un antiguo niño actor, marcado por un terrible incidente en la serie en la que trabajaba (así arranca la película) y que está decidido a explotar cualquier cosa con tal de sacarle beneficio económico. También es un reflejo de la forma en la que el hombre trata su entorno (algo igualmente comparable a lo que sucede con lo que se enfrentan, que reclama su territorialidad).

Cierra el círculo de personajes interesantes, el que da vida Michael Wincott. Un cineasta que roza lo experimental, prácticamente recluido en su casa junto a una moviola y montando películas muy extrañas, obsesionado por conseguir el éxito a través de su obra y que sólo en el tramo final, parece entender la necesidad de los dos hermanos.

Así las cosas, ¡Nop! es un ejercicio con solvencia, al que cuesta pillarle en muchas cosas (quizá es una película para ver más de una vez), pero que, con su atmósfera, su marcada esencia cinéfila, y con sus personajes (algunos rozan casi la parodia, pero sin resultar histriónicos) tan peculiares, acaba por resultar interesante. Quizá con algún que otro “retoque” en el ritmo  de su primer tramo, la película habría funcionado muchísimo mejor, pero Peele se toma su tiempo para presentarnos a todos.

Un ejercicio llamativo que, como siempre con Peele, no deja indiferente.
7

+Info
Dirección
Jordan Peele
Guion
Jordan Peele
Dirección de fotografía
Hoyte Van Hoytema
Música
Michael Abels
Montaje
Nicholas Monsour
Formato
2.20:1
Nacionalidad
USA, Japón
Duración
130 minutos
Distribución
Universal Pictures
En la red

''
Te puede interesar