La Guerra Fría fue un período muy interesante para la literatura del siglo XX. Escritores como John Le Carré o Frederick Forsyth supieron plasmar en muchas de sus novelas, el clima de tensión política que se vivía por aquel entonces. El escritor norteamericano Tom Clancy también escribió bastante sobre ella, gracias sobre todo a las novelas protagonizadas por Jack Ryan, llevadas al cine en varias ocasiones y con la que, Sin remordimientos, tiene cierta conexión, ya que cuenta el origen de uno de los personajes ligados a ella.
Pero Clancy se ha convertido con los años, en toda una mina de oro para la industria del entretenimiento. Sobre todo, en el mundo de los videojuegos, donde cuenta con diversas sagas que, inspiradas en sus novelas, consiguen millones de ventas entre los “gamers”.
La película no esconde nada, es una cinta de acción sin otra pretensión que la de hacernos pasar un buen rato entretenido. El problema es que le falta bastante acción para coronarse como una cinta, al menos, notable, dentro de las adaptaciones que ha tenido al cine Clancy. Tomando como protagonista a un personaje que ya interpretaron Willem Dafoe en Peligro inminente (Philip Noyce, 1994) o Liev Schreiber en Pánico nuclear (Phil Alden Robinson, 2002), una de sus principales carencias recae en el guión escrito, nada más y nada menos que por Taylor Sheridan, que da la sensación de haber escrito una película más por encargo que por propia inspiración.
Sheridan, que ya trabajó con Sollima en la secuela de Sicario, El día del soldado (2018), nos propone un más que interesante arranque, un buen comienzo… pero poco a poco la película se va desinflando sin que muchas de las cosas que cuenta resulten realmente interesantes, o al menos, nos hagan pensar en una trama algo más elaborada.
Todo se sucede con inexplicable premura, los personajes más importantes que la conforman están algo desdibujados; el protagonista no tiene reacciones demasiado coherentes/lógicas con lo que le ha sucedido… en conjunto, y a nivel de guión, resulta una película bastante atropellada.
Y no precisamente es su reparto quien tenga mucho que ver, ya que Michael B. Jordan está correcto en su papel (para lo que se le exige), tenemos a dos secundarios más que solventes como son Guy Pearce y Jamie Bell… en este sentido la película cumple y el reparto poco puede hacer para levantarla si la base ya de por si es un tanto endeble.
Para rematar la faena, el desenlace resulta breve, previsible, y en donde no hay absolutamente nada que nos haga temer por los personajes, sabemos perfectamente que todo va a salir bien. Una cinta que, desde luego, no podremos destacar en la trayectoria de Sheridan.
Película decepcionante, Sin remordimientos podría ser el inicio de una buena saga de acción (de hecho, se hablaba ya directamente de una secuela sobre Rainbow Six) pero a la que le falta bastante más acción, más ritmo y unas tramas con personaje mejor perfilados. Importante la escena “postcreditos”.
Paramount Pictures que es quien tiene los derechos de la mayoría de las novelas de Tom Clancy, iba a estrenarla en cines, pero la crisis del COVID permitió que amazon se hiciera con los derechos de exhibición, además de ser una de las productoras de la cinta. Algo parecido a lo que sucedió con El rey de Zamunda (Craig Brewer, 2021).
Puede verse en prime video, la plataforma de amazon.
