Si con La amenaza fantasma, George Lucas pretendió atrapar a los más pequeños con una película más próxima a ellos, con menos carga del propio universo y con un guión mínimamente eficaces, esta segunda parte tampoco aporta en exceso mucho más de lo esperado.
Si Lucas no tuvo acierto en su guión para La amenaza fantasma, aquí decide contratar los servicios de Jonathan Hales, a quien conoció durante su periplo en la televisión con Las crónicas del joven Indiana Jones (1994). Hales denota cierta inexperiencia en el cine de superproducciones y así queda patente con un guión incluso inferior a la primera cinta.
Hay pasajes que suceden a toda velocidad, con líneas de diálogo forzadas que intentan encauzar la historia por dónde tiene que ir, pero al final todo se reduce a un guión mucho más que flojo. Ni siquiera la ayuda “externa” para Lucas, consigue levantar una secuela que, aunque debería ser más interesante que La amenaza fantasma, es hasta incluso inferior (algo que, por otra parte tampoco dice mucho a su favor).
La química entre los dos amantes galácticos brilla por su ausencia, parece que Anakin tiene que tirar más del carro que Amidala, cuando se supone que debería ser un poco equitativo. Al menos la interacción con el resto de secundarios dentro de la historia es correcta. Ewan McGregor, Christopher Lee o incluso Ian McDiarmid, son quizá los tres intérpretes más a destacar dentro de todo este batiburrillo mal dirigido, mal escrito y que da la sensación de haber sido rodado con cierta premura.
Una vez más, lo visual prima por encima de la historia. Espectaculares planos, secuencias que aturullan y efectos especiales notables (quizá no tanto como La amenaza fantasma), en una cinta que aturulla pero no sorprende demasiado. De nuevo Lucas se deja llevar para enganchar a nuevos fans y deja un poco de lado la sorpresa y el interés que los que sabemos la historia, demandamos.
El ataque de los clones arrastra quizá uno de los peores guiones escritos para la saga, y uno de los peores escritos por el propio Lucas (aunque aquí tenga ayuda). Todo es muy forzado, y se nota la planificación narrativa en muchas ocasiones. No es, ni de lejos, una cinta que supere a La amenaza fantasma en muchos aspectos.
¿Divertida? Aunque ésto siempre es algo subjetivo, la diversión en El ataque de los clones intenta ser más madura que en La amenaza fantasma, pero se queda en algunas pequeñas escenas que evidencian la falta de creatividad de los guionistas, como poner en peligro de muerte a nuestros protagonista al principio de la trama (¿en serio?) o ningunear a algunos personajes con cierta importancia.
El ataque de los clones es una secuela fallida, un intento de levantar lo innecesario y una película que, con el ánimo de convertirse en una cinta pseudo romántica, termina provocando algo de vergüenza ajena en el espectador.