Antes de verlo como el nuevo némesis de Superman en El hombre de acero (Zack Snyder, 2013), nos llega Take Shelter, protagonizada por Michael Shannon. Una misteriosa e inquietante propuesta de connotaciones más que extrañas. Uno de esos ejercicios que rara vez hacen partícipe al espectador.
Jeff Nichols nos lanza su segundo largometraje (también con Michael Shannon como protagonista) directo a nuestra cara. Y es que Take Shelter es una cinta directa y sin apenas miramientos. Una perturbadora mirada a las inquietudes humanas y a la necesidad de proteger a quienes queremos.
El potencial de un actor como Michael Shannon, creo que ya está más que demostrado. Lejos de papeles insulsos como algunos que ha tocado, su nominación por Revolutionary Road (Sam Mendes, 2009) dejó muy claro que este joven de Kentucky es capaz de cualquier cosa. Take Shelter es un enorme ejercicio en el que su director (y amigo) Jeff Nichols le regala un suculento papel para su lucimiento.
Shannon, o lo que es lo mismo, Curtis, recrea la historia de un hombre atormentado por varios flancos, por su pasado, por el sitio donde vive, por su trabajo, por su hija… es un hombre sencillo que un buen día descubre la posibilidad de que puede tener poderes extraordinarios, de que puede predecir una catástrofe.
En su naturaleza radica principalmente su reacción. Una persona tan llana, tan familiar no haría otra cosa que proteger a su familia, y es eso lo que mueve a Curtis en Take Shelter, un hombre que protege a toda cosa a los suyos. El espectador, expectante hasta el último minuto, es testigo de sus propios miedos e inseguridades.
En este aspecto Shannon hace una interpretación realmente especial. Quizá estemos ante uno de esos papeles ninguneados quizá por no tratarse de una cinta con excesiva promoción. No le deja a nadie indiferente tampoco su compañera de reparto, Jessica Chastain (El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011)), en un papel frágil pero con una fuerza consistente.
Take Shelter quizá no sea lo que muchos esperan, y es que su pausado ritmo puede echar para atrás en algunos momentos. Le salva un espléndido guión, que dosifica muy bien las escenas, los altos y bajos en su historia, las escenas clave… la cinta está bien escrita y Nichols ha hecho un buen trabajo para que todo eso luzca.
El espectador de Take Shelter se planteará varias dudas, ¿vidente o enfermo? ¿obsesionado o paranoico? Es también parte del juego que Nichols propone, aunque no sea principalmente su fin. Y es que Take Shelter tampoco nos alecciona, pero también es cierto que su resolución quizá no es lo que muchos esperan.