Parece que al cine de acción le ha llegado de nuevo un resurgir. Y no hablamos del cine de acción para todas las edades, en donde podríamos, por ejemplo, incluir el tan de moda, cine de superhéroes, sino un cine de acción duro, espectacular y trepidante. Y resulta además llamativo que quienes han traído de vuelta este espectáculo, sean nombres relacionados con los entresijos de ese cine, como el caso de Chad Stahelski (director de la saga John Wick) o Sam Hargrave (director de las dos entregas de Tyler Rake). Ambos empezaron su formación como especialistas de acción o como dobles y su camino los ha llevado a dirigir su propio cine, dejando una impronta que ha creado una marca ya.
Sam Hargrave vuelve a la dirección bajo el ala de los hermanos Russo en la secuela de Tyler Rake, tres años después de que la primera película lo “petara” en Netflix.
Los hermanos Russo, muy ligados hace, relativamente poco, a Marvel (recordemos que dejaron el UCM tras Vengadores: Endgame (2019)) vuelve a hacer de padrinos en lo que siempre se ha considerado como una especie de hijo para ellos. Productores del cómic en el que se basa este universo, escrito por Ande Parks (la historia también era de ellos) y dibujado por el español Fernando León González, se han volcado en la producción con una cinta que da más que su primera película y que consigue cotas de absoluto espectáculo dentro del cine de acción más actual, igualando en algunos momentos a la mencionada saga de John Wick.

Como sucedía igualmente en la primera película, aquí se trata de disfrutar de lo que uno está viendo y, si se puede, hacerlo todo mucho más grande. Hargrave no parece haberse cortado a la hora de poner la carne en el asador y nos vuelve a deleitar con escenas de acción magníficas.
Aquí son tres, una primera que dura poco más de veinte minutos pero que gracias al ingenio y una admirable planificación, consigue hacernos creer que estamos ante un plano secuencia realmente espectacular, digno de un videojuego. Una segunda bastante más estándar y un desenlace que, posiblemente, sea de lo más flojo de toda la película.
Además, como no todo tiene que ser acción, disparos o peleas, aquí hay más peso para los secundarios y nos encontramos con una mayor profundidad en el personaje de Tyler Rake, sabiendo más sobre su pasado y su motivación, algo que en la anterior cinta se obviaba.
Tyler Rake 2, a pesar de ser una cinta continuista en cuanto a su narrativa, tiene detalles nuevos y desafíos nuevos que suplen bastante lo primero. No inventa nada, pero entretiene todo lo que quieras. Hemsworth, Elba, Farahani… todos están perfectamente en sus roles. No hay mucho más que pedir, y sin embargo la película lo da todo.
Como su primera parte, es una producción pensada desde un primer momento para ser estrenada en plataforma, uno de los platos fuertes de Netflix para este 2023.
Sólo a través de Netflix.