Liam Neeson parece haberse afiliado a un personaje, al personaje de ese hombre que busca venganza y que utiliza cualquier método para lograr su particular justicia. Un rol que se inauguró en el actor irlandés con la trilogía de Venganza y que, tras mejores o peores películas, regresa ahora en una cinta bastante floja, todo hay que decirlo.
El director noruego Hans Petter Moland dirigió en el 2014 Uno tras otro, adaptación de la novela del escritor danés Kim Fupz Aakeson Kraftidioten. Cuatro años después, Moland reescribe la historia (aunque con guión del primerizo Frank Baldwin) y escoge a la estrella del thriller de acción para dar vida a ese hombre normal enfrentado al duro desafío de vengar la muerte de su hijo.
Venganza bajo cero tiene una premisa interesante, pero su ejecución resulta un tanto torpe. Parece solucionarse todo de manera muy rápida, con escenas poco preparadas, y un Liam Neeson que ni de lejos aporta lo que ha aportado a personajes similares en anteriores trabajos. Sí, su presencia es quizá un aliciente, pero no logra levantar el resto.
Y su principal defecto viene del hecho de mezclar varias tramas que parece que nos pueden hacer desviar la atención de la principal. Igualmente aporta algunos toques casi cómicos (no sé si en la novela original también se encuentran) sacándote por momentos de la película, y quedándote con una sensación de confusión.
Su mezcla de humor, thriller y algún que otro toque de drama (muy poco) podrían enriquecer a la historia, pero no es así. Su ritmo igualmente no ayuda y el resto del reparto (podemos salvar incluso a Laura Dern) no es precisamente una referencia.
Venganza bajo cero es cine de consumo rápido, una película olvidable que no aporta gran cosa al género, con un Liam Neeson en horas bajas.
Nos habla de los deseos de venganza, de lo imparable del ser humano por conseguir su justicia, de la pérdida de los hijos… Mezcla demasiados temas que al final no terminan por dejar poso. Y a esto hemos de sumarle un villano que parece más una caricatura que otra cosa.
Película irregular, con poco interés y que desde luego, no será muy recordada en la trayectoria de Neeson.